martes, 30 de agosto de 2011

Despedida temporal



Querido Umpa Lumpa,


Esta es una breve carta de despedida. Me voy mañana y no tengo claro cuándo estaré de vuelta, porque además de acudir a una de las pruebas de la fábrica de hipocondríacos, tendré que quedarme unos días más buscando una futura espécimen humana para que nos haga compañía a espécimen R., a ti y a mí, en nuestro nuevo alojamiento (que ya lo conocerás... no te va a gustar nada, nada, después del despendole que llevas en la casita de la sierra)
Así que quizás sean 7 días, quizás sean 10... no te puedo precisar.


Te dejo... regularmente acompañado. No me fío nada de ti, que conste:


1-Eres ñoño como el que más. Y aunque te hagas el duro, sé que me vas a echar de menos muchísimo...


2-Mis progenitores y demás familia... digamos que no les caes muy bien, con esa tendencia huidiza y esos desprecios. 


3-Después de casi dos meses, la Malaúva sigue sin aceptarte para nada (yo diría que te odia todavía más que el primer día que te vio. De hecho, el enanito de dos metros, sospecha que fue ella quién te mostró el agujero de escape con tal de perderte de vista definitivamente)


4- El mismo día en que me voy empiezan las fiestas del barrio donde se sitúa la casita de la sierra... y créeme, yo salgo huyendo de ellas. Así que, con lo delicado que tú eres, espero que sobrevivas.


5-No sé de lo que eres capaz estando sin mí, pero como temo que desaparezcas y que nadie se entere. Le voy a dar unas instrucciones claras y estrictas a mi progenitora:


-Cada vez que Umpa no aparezca en escena habiendo pasado más de 10 minutos desde la última vez que fue visto, todos los habitantes de la casita de la sierra se preguntarán sin cesar ¿Dónde está Umpa? (e iniciarán la búsqueda)


Algo así como lo que propone Homer Simpson en el capítulo de Poochie:




Yo también te voy a echar de menos, Umpitas, pero es que, desde que te cacé sólo nos hemos separado un par de veces y menos de 3 días cada vez. Va a ser extraño eso de vivir sin apéndice.


Pórtate bien. No des guerra. Por encima de todo... NO LA ARMES (te lo suplico, Umpa... que no estoy yo para salvarte)


Volveré lo antes posible y espero que con el ascenso bajo el brazo que me han prometido en la fábrica de hipocondríacos.


Dulcíiiiiiisimas caricias


PD: Ya ves la foto, no me dejas estar sola ni cuando te escribo las cartas. Pero te quedas dormido encima del teclado. No me extraña que a estas horas estés ya rendido...

domingo, 28 de agosto de 2011

Allanamiento de morada

Querido Umpa Lumpa,


He de reconocer que para lo que tú eres, me estás dando un verano bastante "relajado". Pero de vez en cuando, y por no perder la costumbre, tiendes a recordarme lo que me espera para cuando volvamos a residir en un zulito (con la mitad de la mitad de metros cuadrados de los que dispones en la casita de la sierra y sin mini-naturaleza disponible 24 horas al día).


Como comprenderás, que la armes no me sorprende en absulto. Lo que me sorprende es cuando te estás quietecito. Pero aún así, me apetece recordarte la que me hiciste ayer (imágenes inédtias incluídas):


Me quedan 6 días y medio para enfrentarme a una de las pruebecitas asquerosas en la fábrica de hipocondríacos, así que como comprenderás, estoy en fase de leer y leer cientos de documentos. Como en la casita de la sierra es imposible tener un minuto de concentración, me he visto en la obligación de exiliarme voluntariamente a otra casita de la sierra a escasos metros de distancia perteneciente a mi prima sepia and family.
Cuando regresé de mi laaaaaarga jornada de estudio, a una hora cercana a la medianoche, me encontré con la casa completamente vacía (ni progenitores ni nada que se le parezca) y contigo desaparecido en combate. 


Momentos tensos: taquicardia, hipertensión arterial... vamos, una liberación adrenérgica en toda regla. Y dos preguntas rebotando en mi mente... ¿dónde está Umpa Lumpa? ¿qué estará tramando? (No sé cuál de las dos me ponía más tensa... me temo que la segunda)


No estabas en la mini-naturaleza, ni subido a los árboles, ni bajo la colcha del sillón...


De pronto, oigo un pseudomaullido patético (muy distinto de los maullidos emitidos por la Malaúva) que no me costó identificar como tuyo.
Procedencia: la mini-naturaleza del vecino.


Transcribo el diálogo que mantuvimos, para que luego no digas que miento:


Yo: Umpitaaaaaasssss, Umpitaaaaaaas ¿¿¿¿qué haces ahíiii????? 
Umpitas: Mmmmmiiiiirrrriiiiiiii
Yo: ¡¡¡UMPA!!! ¡¡¡ven aquí inmediatamente!!!
Umpitas: Mmmmmiiiiiiirrrrrriiiiiiiii


Lo de que tienes pocas luces, ya ves que no es cosa mía, Umpa. No atendías a razones y a esas horas de la noche no se veía absolutamente nada. Me dispuse a rescatarte por la vía legal: llamar al timbre del vecino y pedirle disculpas por las horas... Pero es que mi Umpa no es más que un chiquillo (y bla bla bla y miles de excusas más)


Pero no había nadie.
Valla que salté con linterna en boca...


Así que tomé la vía delictiva por la que tú habías optado previamente: el allanamiento de morada. 
Ya he dicho una decena de veces que yo por mi Umpa MA-TO, aunque creo que lo más correcto sería decir que yo por mi Umpa me mato, porque cada vez me lo pones más complicado, hijo mío.
Tuve que saltar la valla con una literna en la boca. Yo ya no sabía si sucumbiría en una caída mortal o ahogada en mi propio vómito por las arcadas con la linternita.


Pero... ¡OH SORPRESA! Una vez superada la primera prueba, resulta que el nene tenía ganas de seguir jugando. Que conste Umpitas, que no me hizo ni pizca de gracia tener que perseguirte con una linterna en la boca por toda la mini-naturaleza del vecino hasta que conseguí darte caza y lanzarte por encima de la valla. Me hervía la sangre, Umpa, te lo digo de verdad.


Umpa Lumpa en árbol tras salvarlo de una muerte segura


De vuelta a nuestra casita de la sierra contribuíste aún más a la expresión  malhumorada de mi cara subiéndote al árbol... Esa era tu forma de agradecérmelo ¿no?








Estrecha vía de escape
Eso sí, a la pregunta de: ¿por dónde narices te has fugado? Me lo señalaste con estricta claridad. Un hueco mínimo por el que sólo puede caber un Umpa Lumpa.
 No me cabía ningún tipo de duda de que lo de saltar vallas no va contigo, ya que de estúpido felino tienes poquito (créeme... la Malaúva con 4 kilos menos saltaba vallas y más vallas, pero de ti no me lo creía ¡JA!) 


De momento hay un periódico obstruyendo esa vía de escape y espero que no encuentres otra posibilidad, ya que las penas por allanamiento de morada van de 6 meses a 2 años de cárcel. Y yo no estoy dispuesta a volver a arriesgar mi vida por tus caprichitos.



Umpa Lumpa mostrando con paciencia por dónde se había fugado
Aysss, queridísimo Umpa Lumpa... encima le he tenido que echar la bronca al hijo menor de mis progenitores por haberte dejado encerrado en la mini-naturaleza durante tanto tiempo... Porque a ti, lo único que te hace falta para desarrollar una "gran" idea, es que te dejen un ratito solo mascullándola.
Y es que, como dice el refrán: "Cuando el diablo no tiene nada que hacer... con el rabo mata moscas"


Pues eso.

Y sin más, me despido por hoy.
El miércoles vuelvo con el enanito de dos metros a tu tierra natal para hacer una visitilla a la fábrica de hipondríacos. No pensaba llevarte conmigo, pero los acontecimientos de ayer me hacen dudar acerca de la conveniencia dejarte sin vigilancia en la casita de la sierra. Tienes dos días para cambiar de actitud o se te acaban las vacaciones de un plumazo.

Si finalmente no te vienes, será la vez que más tiempo pasaremos separados desde que soy tu tutora legal. Sé que me vas a echar de menos, Umpitas, pero en una semana volveríamos a vernos.

Pórtate bien, anda...

Dulces caricias

miércoles, 24 de agosto de 2011

Resumen veraniego con vídeo incluído

Querido Umpa Lumpa,


Sólo te escribo para hacer un resumen después de tanto tiempo.
No es que no quiera escribirte, ni que no tenga nada que contarte. Es que esto del verano me impregna una vaguería de la que me resulta tan complicado salir...


Como te conté en otra carta, he estado un mes yendo y viniendo al lugar donde trabajan los hipocondríacos. Francamente creo que sí que me ha resultado útil para curtirme como hipocondríaca, aunque no sé qué opinarán de mis progresos los jefecillos de la fábrica de hipocondríacos. Esto no quita que me vaya a librar de las pruebecitas, ¡JA!. Da igual que me hayan enseñado las múltiples presentaciones pediátricas del paracetamol (sí, he estado con cachorros de especímenes humanos, que es lo más parecido que hay a un Umpa Lumpa) O que haya aprendido que la fórmula para dejar K.O. al Helicobacter Pylori consista en usar una técnica que debe de ser tan poderosa como la Onda vital del mismísimo Goku y que se llama OCA.


No Umpitas, nada de esto es suficiente para librarme de leer cientos de miles de documentos durante 3 o 4 años más. Nada, que hasta que no tenga el título de hipocondríaca, no me dejan usar la técnica del OCA... 


De momento, en la fábrica de hipocondríacos no ha pasado inadvertido que en febrero me salté una de las dichosas pruebecitas, así que me toca hacerla dentro de unos días. De manera que me toca leer documentos en pleno agosto mientras tú te lo pasas divinamente. Porque otra cosa no, hijo, pero tú te estás pegando las vacaciones de tu vida.


Para empezar, por misterios de la naturaleza de los Umpa Lumpa, has decidido trasladar la fábrica de cacalate a la mini-naturaleza de la que disfrutas en la casita de la sierra. Sí Umpitas, sí... aunque parezca mentira, llevo semanas sin oler tu prolífica producción de cacalate. 
Yo entiendo en parte que desees contribuír con la economía familiar para que ahorremos en abono para el césped. Pero créeme... ese ¿césped? no creo que pueda resucitar ni con el cacalate de un Umpa Lumpa de la más alta nobleza.


Con la Malaúva... todo sigue igual:




Por otra parte, has cambiado las cortinas por los árboles. Últimamente tu semejanza a los felinos es únicamente en el disfraz, porque de comportamiento cualquiera diría que te asemejas más bien a un mono capuchino. Sin embargo, tengo la absoluta certeza de que si en la casita de la sierra hubiera cortinas, tampoco tendrías motivos para dejarlas sin tu sello de identidad.


Imagino que te habrás dado cuenta, pero como no tienes muchas luces te lo digo por si acaso:
Al comienzo de las vacaciones te hice un DNI, y para que no lo perdieses (porque te conozco) hice que te lo metieron debajo de la piel (nota mental: llevo con mi DNI caducado 2 meses y sigo sin tener ganas de pedir cita para renovarlo...).
Y ahora, para que sepan que llevas ese DNI te he puesto un magnífico collar de 3 euros que lo tienes frito de tanto rascarte. Con lo monísimo de la muerte que vas... 
(Como no tengo fotos todavía con el collar para que veas lo guapo que estás, pongo un vídeo en el que se observan tus numerosos intentos por encandilar a la Malaúva...)


Muestra de la sangre
En fin, Umpitas. Para terminar por hoy con el resumen de lo que llevaba atrasado, te cuento. Hoy he vuelto a visitar al tipo que te dije que lleva ya muchos años con el título de hipocondríaco y que me quiere tanto tanto que me pide que le haga regalos.
Bien, pues ya no hace falta que le mande más regalos de mi preciada sangre (mira la foto para que veas que era verdad...). Me ha dicho que con lo que tiene y con lo que me sacan cada poco sus vampiresas, tiene más que suficiente para clonarme un día de estos. Eso sí, hoy ha dicho que le apetecía tener un trozo de mi piel y eso explica el aparatoso parche que me han puesto y que me haya tirado durmiendo toda la tarde por la dichosa capacidad del polaramine de atravesar barreras hematoencefálicas...


De momento, y hasta que alguien diga lo contrario, ¡seguiré siendo una Glivec-girl!




Prometo escribirte en breve...


Dulces caricias





domingo, 7 de agosto de 2011

Ya estabas tardando...

Querido Umpa Lumpa,


Esta va a ser una breve carta porque me conozco y al final se me pasa, se me pasa y no te hablo de un hecho tan trascendental como el que acabo de presenciar...


Ays Umpitas... si es que... ya me extrañaba a mí... 
Normalmente los progenitores de especímenes humanos tienden a decir que cuando en casa hay silencio... malo malo...
Y yo, Umpitas, que considero que ser tutora legal de un Umpa Lumpa es todo un reto pero con mayores dificultades que las de serlo de un espécimen humano (como subidas a cortinas, desgarros, mordiscos y arañazos de peli de miedo, etc, etc, etc...) me he relajado mucho en ese aspecto.


Parecía que las vacaciones en la casita de la sierra eran un auténtico lujo. Se te puede dejar solo sin que mueras de ñoñismo, el mini-jardín te apasiona y lo de tener 3 puntos de alimentación ya es para no querer volver. En fin, todo un éxito. Yo estaba tan tranquila llegando a pensar incluso, que tu enorme afán por mal-imitar el carácter felino te estaba trastornando. Pero no. En un segundo, Umpitas, me has hecho volver a entonar aquella canción que me obligaste a componer antaño.

Voy al grano:


Estaba yo una noche de agosto pensando en irme a la ducha y a dormir  mientras previamente ojeaba por última vez el facebook y todas las páginas acompañantes (F5, F5, F5, F5...). Al mismo tiempo tu entrabas y salías buscando carne que morder entre mis tobillos, saltabas por aquí y por allá, te asomabas a la ventana, sales al alféizar a tomar la fresca, entras, muerdes al pollo, sales de nuevo al alféizar...


Sales al alféizar...


Sales...


POTOPLOFFFFFFFFFFGGGGGGGGGGGGGTIJIOJFR


Progenitor masculito: sale alarmado al patio pensando que un el toldo en todo su ser se ha caído (sí Umpitas.. a exagerado no le gano ni yo... sólo es comparable a cuando espécimen R. creyó que el 5ºB se había derrumbado sobre su cuarto cuando le rompiste las velas...). Se mete tan tranquilo al ver que no ha sucedido nada de eso.


Ays, Umpa Lumpa... pero yo sabía perfectamente lo que había pasado... Y lo primero que he pronunciado sin quitar la vista de la pantalla del ordenador ha sido un: "Ya estaba tardando..."


Y, sí, Umpitas... quién iba a decir que en un mes todas las anécdotas interesantes eran que la Malaúva te había roto el disfraz y que no eras demasiado amigable con los especímenes humanos... 
Ingenua de mí... Por un momento pensé que tu carácter umpalumpístico se estaba suavizando.


La cuestión es que no sé cómo pero has acabado encima del toldo. Dos versiones, a ver si tú lo aclaras:
-O te has caído (versión que defiende mi progenitora: Cómo se va a haber tirado... hombre...)
-O te has tirado en plancha (versión que defiendo yo a ultranza: No conoces cómo se las gastan los Umpa Lumpa...)


La cuestión es que has terminado en el toldo y te has puesto a emitir pseudomaullidos como un descosido (claro, ahora la culpa era nuestra, ¿no?) 
Desde la ventana no llegábamos a cogerte de ninguna manera y tú te has negado en rotundo a colaborar y bajar dulcemente hacia mis brazos. Mientras, yo, arriesgaba mi vida subida a una escalera inestable abanderando un ¡¡¡todo por mi Umpi!!!


Al final, ha tenido que venir un 4º especímen humano (vecino y familiar) para resolver el entuerto. ¿Cómo? Confirmando el punto número 1 de la carta anterior
Sólo hay una cosa a la que le tenga más miedo que ha bajar y saltar... a que le coja un desconocido (FDO: espécimen humano que ha resulto tu rescate)


Nada más ha sido necesario intentar cogerte para que hayas bajado corriendo por el toldo y hayas salido volando hasta alcanzar la mitad del mini-jardín.
En esta ocasión no hay parte de lesiones. Unos mimitos y ya estabas intentando repetir hazaña por lo visto. Dejo algunas imágenes del suceso (que luego si no, los cotillas que leen las cartas, creen que me lo invento)


1-Umpa Lumpa en el toldo. Tomada desde la ventana




2-Umpa Lumpa en el toldo: tomada desde la escalera donde arriesgaba mi vida...




3-Umpa Lumpa 10 minutos después de aprender a volar... tratando de calcular cómo podrá armarla en otra ocasión:






Lo dicho, Umpitas... voy a ver si me dejas ducharme sin altercados de por medio.


Dulces caricias... ¡¡¡espabilao!!!


PD: Hace escasos minutos acabo de comentarle la historia al enanito de dos metros sin dar mi punto de vista sobre el asunto ni pedirle a él opinión... sólo para que se riera de ti un rato.
Transcribo sus palabras:


jajajajajajjaja
Se ha tirado seguro...
qué flipao...


Sólo los que reconocemos Umpa Lumpas a leguas sabemos de lo que sois capaces...





miércoles, 3 de agosto de 2011

Parte de lesiones + colecho umpalumpístico

Querido Umpa Lumpa,


Los días en la casita de la sierra pasan y pasan... y tú, lejos de adaptarte, cada día pareces más niñatillo miedica. Eres la vergüenza de la familia, hijo mío. Tu conducta, además, es un tanto extraña. No sé si hay alguna enfermerdad psiquiátrica de esas de la DSM-IV que concuerde con la clínica, pero tampoco me extrañaría que le dieran tu nombre a una nueva patología.
Procedo a describirla:


1-Pánico absoluto a cualquier espécimen humano que no sea tu queridísima tutora legal (la menda lerenda) acompañado de pseudo-bufidos felinos ante cualquier encontronazo inesperado con alguien de esa especie y conducta completamente huidiza pese a la persistentes muestras de cariño.


2-Interés absurdo y masoquista por la Malaúva. Te aproximas a ella insistentemente aprovechando cualquier circunstancia para abalanzarte sobre su rabo. Y cualquiera que oyera lo que viene después llamaría a la policía por sospechas de violencia doméstica:
  *Malaúva: Bfffffffffffff MMMMARRAUUUUUUUUU MMMMMMMMMMMMMM GRRRRRRRRRRRR (multiplicado por 50, zarpazos, cara de muuuuucha mala uva...)
  * Yo: ¡¡¡¡¡Paraaaaaaaaaaa, Umpaaaaa, déjala en pazzzz... nooooo, Malaúvaaaaaa, no le peeeeeeeeeguessssss nooooooooooooo!!!!


Parte de lesiones... tú lo sabes bien: herida interesante a nivel cervical y un buen mechón de pelo de tu disfraz adornando el suelo. A ver ahora dónde encuentro yo un disfraz parecido para hacerte un buen remiendo. (pondré fotos para que te lo veas...)


Umpa Lumpa apoderándose de la cama
Y es que Umpitas, eres más bien tontito, cariño... Primero que siempre te la estás jugando y segundo... HUYEEEE, que pareces memo... que la Malaúva pesa 7 kilazos y tú pesas poco más de la mitad... En fin, me estás decepcionando un poco, qué quieres que te diga.




3- Exacerbación de tu ñoñismo hacia mí. Este es el momento de hablarte del colecho   (expresión de tu ñoñismo nocturno)


El colecho es una práctica que se ha puesto muy de moda en la actualidad en algunos grupos de madres de especímenes humanos, que consiste en que los nenes duermen con los padres. Bueno Umpitas, pues yo llevo colechando contigo desde que te cacé y lo cierto es que debido a tus fases depresivas nunca lo has puesto demasiado fácil:
-La primera noche lo bordaste... te pusiste encima de mi cuello y tan pancho. Pasé el día angustiada pensando en qué sería de mí cuando en vez de pesar 500 gramos, pesases 2 kilazos.
-Posteriormente desplazaste tus carnes a un sitio que me pareció ligeramente mejor: encima de mi cabeza. Dormir con la ametralladora congénita taladrándome el cráneo, no era el sueño de mi vida... pero al menos no temía morir ahogada.
-En la actualidad, y debido al considerable aumento de tu cuerpecillo de Umpa... te posicionas detrás de la cabeza, disparando sin cesar la ametralladora congénita y amasándome el cabello para que conserve su forma durante toda la noche. 
Esto implica que vas clavándome ligerísimamente tus uñitas en mi cuero cabelludo en una frecuencia de una vez por segundo lo que hace absolutamente imposible conciliar el sueño. 


Créeme, Umpitas: yo soy capaz de dormirme en apoyo monopodal, con la luz encendida y con unos truenos tremendos de fondo... pero con tus uñitas intermitentes NO...  con eso sí que no puedo, señorito. Así que me voy a apartando y apartando y apartando (hasta que me como la cal de la pared...) y tú te vas acercando y acercando y acercando... lo que provoca un retraso de más de media hora en la conciliación del sueño. Pero a ti poco te importa eso, por lo visto... Lo solucionas con pegarme un bocao de los tuyos a las 7 de la mañana en la cabeza porque te entra el hambre y listo.


Y yo me pregunto que cuáles son exactamente los supuestos beneficios del colecho... supongo que tú duermes genial de la muerte... pero Umpitas... yo ni en 10 meses de colecho le encuentro la parte buena al asunto.


En fin, Umpa Lumpa, por hoy te dejo... Vale, la foto no es de las nuevas novísimas, pero como siempre, estoy desde otro ordenador, así que es lo que hay.


Dulces caricias