lunes, 24 de agosto de 2015

La casa Okupa... (o la increíble transformación del Ritz en un lugar de vacaciones)

Querido Umpa Lumpa:

Nuestra vida en el Ritz no es tan fácil como parecía...  De hecho estoy por cambiarle el nombre a la residencia y llamarle "la casa okupa". Y le quedaría que ni pintao...
Resulta que ha sido salir el sol y a todo el mundo le ha entrado una fiebre repentina por venir a vernos. En realidad  dudo bastante que nosotros fuéramos el objeto real de la visita... 
Pero, bueno. La cuestión, Umpitillas, es que desde julio esto parece la casa de Tócame Roque.

Primero llegaron unos amigos desde la ilustre capital de este nuestro país. En cuestión de minutos el Ritz se transformó en un albergue juvenil (estos fueron los comienzos de la casa okupa). Gente durmiendo en el sofá... colchones tirados por cualquier lado y Charlie, tú y yo atrincherados en la habitación pequeña con pánico a levantarnos y encontrarnos grafitis por las paredes o letrinas improvisadas.

 No fue así. Eso sí... vuestra presencia para ellos fue por fe, nada más. Cada vez que os dignabais a asomar el hocico por algún lado, los buenos okupas lo celebraban como si hubieran visto un koala paseándose por la Puerta del Sol.  Solo os manifestasteis en un momento en el que una de las okupas quedó sola. El testimonio gráfico recogido en ese instante es de un valor incalculable:

... tú encabezando la expedición para ver qué pasaba...

... Charlie se asoma para ver si lo que le has contado es cierto...
Los dos pasmados ante la okupación del que había sido vuestro cuarto...

Pero aquí no termina la historia. 
Los primeros okupas se marcharon y solo nos dejaron el recuerdo de su ausencia... y el tiempo suficiente para lavar sábanas y preparar la estancia para los siguientes: mis progenitories y "la primita". 

"La primita" es una cría de espécimen humano de 9 años de edad a la que a mis progenitores, por motivos que desconozco, les cae en gracia y se la llevan al cine, a dormir a la casita de la sierra o... ¿por qué no? a okupar la casa de su prima preferida (YO, evidentemente) 

"La primita" baila y canta donde sea y como sea... Esto incluye cantarle al portero del Ritz (casa okupa) o delante de una cámara de vigilancia para luego preguntarle al vigilante del parque si la ha visto (y que para vergüenza de los acompañantes, el vigilante describa todos sus movimientos ante la cámara)

Pero "la primita", además de glamour, tiene un peligro tremendo: adooooora a los gatos o a cualquier cosa que se le parezca (por ejemplo tú, Umpa Lumpa) Pero los adora a su manera. Le hice firmar un contrato en el que se comprometía a no dirigiros siquiera la mirada. Lo firmó. Y solo puedo decir, que al final ¡¡fue la que mejor se portó de todos los okupas recibidos!! (Estoy por protocolarizar lo de los contratos) Incluso os dejasteis acariciar por ella.

Imagen de archivo: Umpa Lumpa y Charlie posando en el balcón.

Y finalmente, un día después de marcharse mis progenitores y "la primita"... llegó el enanito de dos metros. El último de los okupas. Que a vosotros mucha guerra no os da... incluso os da de comer de vez en cuando... Pero a mí me tiene de un lado para otro con la bici, y se aburre como te lleves un minuto sin hacerle caso. 

Digamos que para vosotros, esta última okupación es lo más parecido a unas vacaciones. Así que disfrutad de lo que os queda... que en cuanto el enanito vuelva a su tierra natal (y la vuestra)... yo vuelvo a dedicarme a mis asuntos, con mis guardias y todo lo demás.

A los cotillas, les deseo el mejor final de vacaciones posible (en caso de que puedan disfrutar de ellas).

Y a ti, Umpa Lumpa y a Charlie... deseo que dejéis de maullar y arañar puertas las 6 de la mañana, o empiezo a quitar la valla antisuicidios del balcón. 

Aún te debo la carta contando nuestro salto a la fama... La próxima sin falta.

Dulces caricias