Por primera vez en mucho tiempo, cumplo con la promesa de escribirte prontito.
Estoy deseando conseguir el dinero para la cámara de fotos, Umpitas, porque nos estamos perdiendo grandes momentos, y así no puede ser.
En cualquier caso, me quedé con las ganas el otro día de concluir la historia. La historia de nuestras vidas Umpitas. Porque por suerte o por desgracia, donde voy yo, vas tú.
Algunos cotillas ya están especulado si tu trastorno disocial no estará justificado por tanto cambio de ambiente (en cuyo caso, Umpa Lumpa, habría que plantearse el diagnóstico diferencial con un trastorno de adaptación, que en adolescentes como tú, pueden ir de la manita - ¿has visto cómo se nota que en la fábrica de hipocondríacos me han puesto a leerme los cientos y cientos de documentos ultra-psiquiátricos?-
Reconozco que parte del temario me lo aprendo gracias a ti...
Tastorno disocial:
Transgrediendo normas:"no subirás a la barandilla del balcón" |
Cotilleando a los vecinos |
En fin, vayamos al ajo:
En la carta anterior te explicaba los motivos por los que habíamos sido nominados a abandonar la casa (el "2º a secas"). Lo que no te conté fue el cómo...
La huida...
Verás, Umpa Lumpa. Después de que la infraespécimen se dedicase a arruinarme una de las pruebecitas de la fábrica (que si fuera por lágrimas, podría haber acabado con la sequía del cuerno de África), el enanito me sugirió que había llegado el momento de huir.
A ti fue al primero en ponerte a buen recaudo. No dejé que te despidieras de nada ni de nadie (aunque no he visto despedida menos tristona que esta...).
Aparenté normalidad (normalidad dentro de lo que soy yo, Umpitas, que no es mucho... pero bueno). Y no había ninguna sospecha. Esto fue un domingo por la tarde.
Una semana después, el enanito y yo dejamos apartadas nuestras obligaciones en nuestras respectivas fábricas y acudimos al "2º a secas" a improvisar, que es lo que mejor se nos da.
Llegados a este punto, Umpa Lumpa, te recomiendo que pinches --> aquí , que pongas volumen y que sigas leyendo (para darle el toque que merece).
¿Ya?
Bien... abro la puerta a las 8:30 y se nos cae el mundo... La infraespécimen estaba presente en el "2º a secas", y nuestros planes de irnos sin dejar rastro se esfumaban en un segundo. Dormía plácidamente en su habitáculo así que iniciamos la huida a lo loco:
Yo me dedicaba a vaciar el armario a lo bestia (no había tiempo ni a quitar las perchas de la ropa) y a ir bajando los trastos al portal mientras el enanito iba cargando el "sanderito" hasta los topes.
Libros...
La mesa... (el Ikea facilitó la "desmontabilidad"...)
La estantería...
¡TU RASCADOR!
Todo en el más escrupuloso silencio para que la infraespécimen no se inmutase. (Complejo Umpitas, ya que nuestra habitación linda(ba) con la suya y todas dan al salón... Eso unido a que al enanito se le cayeron las patas de metal no favorecía en nada el control de mi frecuencia cardíaca)
Ni que decir tiene que las aurículas del corazón iban asomando peligrosamente a través de mi garganta...
Mientras el enanito hacía el primer viaje con el sanderito, yo seguía recogiendo cosas (la cocina, el baño, lo que quedaba de cuarto...)
11:00 Todo seguía igual.
Bajando cosas al portal, el enanito cargando...
De pronto oigo persianas...
Me meto los dedos por la boca para introducir el corazón hacia dentro (eso, o me ahogaba)
Le mando un sms al enanito: "Creo que se ha despertado"
Sube... ¿Ya ahora qué?
Disimular era imposible... En la habitación quedaban la cama el armario y cuatro trastos más, así que no se podía posponer...
Continuar en silencio con la huida era imposible... (digamos que la infraespecímen no es que tenga muchas luces, pero no creo que tenga un déficit visual importante como para no darse cuenta...)
Me dio tiempo hasta de limpiarles la cocina mientras se nos ocurría un plan (a modo de disimule. Total, como no me hablaba, pues no debió de llamarle la atención que no estuviera puntualmente en la fábrica de hipocondríacos a la que rara vez falto...)
Afortunadamente, llegó una de las integrantes de su harén y mi corazón adoptó su posición anatómica cuando escuché que se iban a ir...
El enanito bajó a cargar algunas cosas desperdigadas en el portal.
Lo llamo desde la posición privilegiada de mi balcón: "enanito, ya han salido, van en dirección contraria a la peña... ten cuidado"
El enanito se refugia en el DIA y posteriormente acude de nuevo a seguir cargando.
Termino de bajar lo que queda.
Umpa Lumpa en su habitación actual |
Dejo una nota con una posdata que levantó ampollas: "El sofá podéis dejarlo en el salón" (recuerda Umpitas, que nos robaron el sofá y a saber si algo más, porque no les parecía suficiente con los sillones y el otro sofá que ya había en el salón. Y eso que ellas tienen menos culo que yo.)
Cierro la puerta con llave. No siento la nostalgia de cuando dejo una habitación o un piso con la sensación de que dejo encerrados cientos de recuerdos... como me pasó con el 4ºA o con la infravivienda...
Me fui sin pena
Dejando mi toalla de baño, una botella de vinagre y pescado congelado para que lo disfruten (argggg odio la pescadilla, Umpitas) El enanito todavía me echa en cara que dejase media bolsa de espaguetis...
Y yo todavía me acuerdo de las agujetas de subir y bajar ...
Nos fuimos a comer a un buffet.
FIN.
A día de hoy (como habrás apreciado), después de barajar la posibilidad de habitar en soledad tú y yo (y que será así en un futuro no muy lejano) pese a las consecuencias para mi salud mental... vivimos exiliados.
Los progenitores del enanito se brindaron a ofrecernos una habitación alejados (muy muy alejados) de la civilización. Pero amplia, luminosa y con balcón. En un sitio que de sobra conoces (porque ya la armaste ) y que a modo de transición, no está mal.
Me despido hasta la próxima Umpitas (quizás cuando ya me dejen en paz los de la fábrica)
Dulces caricas
PD: Espero que la infraespécimen o cualquier de las integrantes de su harén no lleguen nunca a ser tan cotillas como para alcanzar estas cartas Umpitas... porque se me puede caer la piel a cachos...