miércoles, 24 de agosto de 2022

Pequeños instantes del verano

 Querido Umpa Lumpa:

El verano ha sido horrible y ha hecho que todos los habitantes de la casa okupa hayamos estado tirado por el suelo.

Digamos que medio mundo me sugirió cambiar el suelo o más bien ponerlo vinílico y la otra mitad me sugirió dejarlo tal cual estaba porque es el tradicional de la zona y ya no se hacen así.

En fin, Umpitas, que lo dejamos como estaba por una cuestión puramente económica y no nos ha venido mal... Porque a ratos era lo único que estaba medio frío. 

Y es que, en la casa okupa no tenemos aire acondicionado ni nada que se le parezca...

Cómo hace tiempo que no escribo, Umpitas, solo me pasaba por aquí para poner algunas fotos. En la próxima carta expondré el esperpento que me encontré ayer en cuarto de baño cuando llegué del trabajo... Aún sigo buscando al culpable.

Tú en primer plano con Charlie por detrás.

Bizcochito intentando reponerse

Hyde (izquierda) y Jeckyll (derecha) en Umpasillo



Jeckyll a la fresca del minipatio



Aire acondicionado versión Hyde


Y esto es todo por hoy, querido Umpa Lumpa. Dulces caricias.





viernes, 24 de junio de 2022

Hola de nuevo

 Querido Umpa Lumpa:

Hace varios años desde la última vez que te escribí por aquí. Tú, con todo lo milenial que has sido, pasas ya de los blogs, pero tampoco te adaptas a instagram, así que estás en terreno de nadie.

La verdad, Umpitas, que los años no pasan en balde para nadie. Y sí, que yo me echaré henna para cubrir las canas, pues ok. Pero tú tampoco es que estés para grandes fiestas... 

Como recordarás, en octubre nos dio por bajar la edad media de los mamíferos de la casa. Y se nos fue de las manos... se nos fue de las manos hace dos gatos, en concreto. Ahora estás tú, con tu disfraz de felino simplón, Charlie, que cada día hace "reset" y tiene que situarse de nuevo en este mundo y el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Umpitas... a veces me flipa que te quedes alucinando cuando estos dos la lían. Si hubiera que traducir tu gesto claramente dirías: "por favor, que alguien se lleve a estos monstruos ya". ¡¡Pero si no te llegan ni a las puntas de las uñas!! Con lo que tú has sido y con lo que las has liado, no creo que tengas derecho a alguno a juzgarles.

El Dr. Jekyll me recuerda un montón a tu disfraz de cuando eras pequeño... tiene una cara de liarla en cualquier momento... Y Mr. Hyde es un hipotónico de la vida. Es grande, suave y blando. Y extremadamente torpe... Creemos que es un perro disfrazado de felino simplón (le hemos pillado ya demasiadas veces haciendo cosas típicas de canes...). Solamente queremos que confiese. 

Como estoy sin móvil, no puedo ponerte una foto actual. Solo quería decirte recordarte que una vez me prometiste que nunca te ibas a morir... Así que, más te vale cumplir la promesa, porque a veces parece que juegas a obstruírme las coronarias... Como hace 3 semanas cuando me puse una alarma cada hora para comprobar si seguías respirando y ahora estás como si nada... Pues eso. No juegues con mi salud que yo también me hago mayor.


Igual no era mala idea que se me estropease el móvil si eso significaba poder escribirte...


Dulces caricias

miércoles, 9 de enero de 2019

95 euros después...

Querido Umpa Lumpa:

¡¡Yuhuuu!! He conseguido estar un año entero sin escribiros una carta. Y es que Umpitas, ya sabes que esto de trabajar como hipocondríaca me trae de cabeza.

Pero he vuelto... al menos hoy.

Y es que, Umpitas, hace unos días empezaste a comportarte de un modo un tanto extraño. Parecía que te hubiera metido por vez primera en el Ritz y que estuviera lleno de fantasmas... (como aquella vez en la que pillé in fraganti al fantasma de debajo del sofá).
Umpa Lumpa y Charlie antes de que Umpa se pusiera chungo
Comenzaste a hacer vida encima de un sillón. Asumiste que el suelo era = a LAVA,  lanzabas bufidos a una mota de polvo que se movía, tremolabas...  Pasabas las horas insomne esperando la llegada del fin del mundo en cualquier momento.

Puse en ON mi modo hipocondríaco y me imaginé a mi misma, tal día como hoy, escribiéndote una carta de despedida. Porque, no nos equivoquemos, Umpitas... tienes 8 años y medio y eso... en el rango de edad de Umpa Lumpas disfrazados de felinos es ser un poco "carca"

Me acercaba a tu cuerpecito tembloroso y te daba besos como si fuera a ser "la última vez". Lagrimeaba en tu cara. Anhelaba cada maullido insoportable que emites cuando te pones pesado. De hecho, suplicaba por poder llamarte -una vez más de taaaaaaantas a lo largo del día- "PESADO". Extrañaba no poder decirte lo de... "¿Quién es el Umpa Lumpa más insoportable de tooooodo el Universooo?" 
Ays, Umpitas... ¡Cuánta apatía! ¡Qué anhedonia! Parecía que en vez de disfrazado de felino simplón, te habías cambiado el disfraz por el de ameba. Te acerqué el comedero para que solo tuvieras que masticar desde tumbado. Te puse el arenero a un palmo de distancia. 
Pensé en cómo comenzar la carta de despedida. 

Y estaba preocupada. Y así lo manifesté un centenar de veces en dos horas al enanito... Que no era normal. Que siempre habías sido un poco tonto y absurdo... pero ¿TANTO? 
Que cuando los felinos simplones cambian de comportamiento es porque les pasa algo. 
Que podría ser cualquier cosa (hipocondríaca ON): insuficiencia renal, diabetes. Insuficiencia renal secundaria a diabetes. Hipertensión arterial, insuficiencia renal secundaria a hipertensión arterial. Luego me salió la vena hematológica (eso, eso... que se note que me quedan MESES para terminar la especialidad) y te imaginé pancitopénico perdido. O - finalmente- con un diagnóstico de leucemia felina (+ insuficiencia renal secundaria a algún linfoma o a saber qué). 
Vamos... ¡¡¡que algo tenías FIJO!!! 

Era domingo. Me contuve, créeme.... Me contuve mucho. 
Futura cicatriz...
Escribí a epécimen M. (conocida popularmente en otros blogs como María la solterona). Afamada veterinaria. Confirmó mi sospecha principal: "podría ser cualquier cosa". También confirmó la del enanito, aunque lo endulzó: " se ha podido asustar con algo" (pero, madre mía.... ¡¡48 horas asustado!!)

Me arañaste... Y  mi brazo derecho ya va por la tercera cicatriz de Umpa Lumpa...  ¡¡bravo!! 
Me puse un apósito para que mis pacientes el lunes no pensaran que en vez de un Umpa estaba criando un león africano. 

Lunes por la tarde: veterinario  (decir que durante tu estancia en tierras levantinas solo has tenido que ir UNA vez al veterinario para renovar vacunas y poquito más).

Yo... ansiosa. Me imagino saliendo de la clínica sin Umpa... A ver cómo se lo explicaba yo ahora a Charlie.

2 horas y 95 euros después... llegó el diagnóstico.

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Que eres TONTO Umpitas... Efecivamente mucho más tonto de lo que imaginaba. Odio tener que darle la razón al enanito. Eres carca y tonto. Pero tienes el riñón perfecto. No tienes anemia. Has vuelto a dar negativo en leucemia  (por tercera vez en tu vida.... sí señor.. no creo que haya felino simplón en el mundo al que le hayan hecho el test taaaantas veces...). La tensión un poco alta, pero justificada por los nervios. 

Pues eso... que, a día de hoy, parece que queda MUUUCHO Umpa por aguantar. Que te tratase normal, no como si te quedase un hilito de vida... y que tranquilidad.

Pues eso.... Me has costado una guardia, campeón. 


He de decir... que el método "tratarte como si fueras normal" ha funcionado... Igual que con los niños... sí señor. Que todavía te asustas de algún fantasma que ronda por la casa, pero que, en general, eres el mismo pesado de siempre. 


Dulces caricias




domingo, 31 de diciembre de 2017

Feliz año 2018 a todos los cotillas

Querido Umpa Lumpa, querido Charlie, queridos cotillas:

No puedo prometer que vaya a escribir con más frecuencia en este próximo año que está a punto de comenzar....

Solo puedo prometer que seguiremos pasándolo bien.

A todos los cotillas... ¡¡Feliz año 2018!!

(Y os dejo dos imágenes de estas navidades de Charlie como protagonista...) 





Lo que supone vivir con Charlie...



Y como soy una vaga y aburrida... copio el estado de facebook para despedir el año.

Solo diré que 2017 ha sido el año en el que cumplí 30 dentro de un avión y pude ver el cielo desde el otro lado del mundo.
He presentado dos comunicaciones orales en un Congreso Nacional.
Me he despedido de pacientes que no conocerán 2018. Y me he despedido de otros que lo harán con el cartel de "curados".
Ha sido el año que más veces he volado...
Ha sido el año en el que me he apuntado a la autoescuela (y he ido a 4 clases en 6 meses... ¡¡oleeee!!) (No me he sacado aún nada... jajaja)
Pero... he terminado el año conduciendo por primera vez en un polígono industrial. Para que no se diga.
Pues eso. Mañana más... y mejor.
"Enséñanos de tal modo a contar nuestros días
que traigamos al corazón sabiduría"
Salmo 90:12



lunes, 27 de noviembre de 2017

Apocalipsis en el Ritz, parte I

Querido Umpa Lumpa... y querido Charlie...

Os escribo para que la tarde de este domingo quede reflejada en los próximos siglos y no se muera en mis recuerdos archivados en el apartado de "conviviendo con los parientes de Lucifer".

Una tarde cualquiera en el Ritz
Me preparaba para una salida inminente del Ritz (ok,... es cierto que no tenía prisa, pero el bolso ya lo tenía puesto) cuando, Umpitas, comenzaste a deleitarme con tu voz de tenor. A esa melodía le continuaron movimientos tónicos y a continuación... ¡¡premio!! El primer vómito de la tarde.

En alguna de las múltiples cartas que te he escrito, Umpa Lumpa, hablé de tu afición a vomitar por fascículos. ¡¡¡Y esta ocasión lo merecía!!! Claro que sí...
Parecía que disfrutabas del momento. Te deleitabas en tus arcadas viendo cómo yo me volvía loca por correr a por papel -> buscar tu última entrega en forma de vómito -> limpiar -> más papel -> siguiente entrega -> limpiar... así hasta el infinito.
Mientras tanto, Charlie, le añadía dramatismo al asunto intentando enterrar tus jugos, Umpitillas.

Creíame que estabas a punto de liquidar todo tu contenido gástrico... ¡¡bendita inocencia la mía!!
En ese preciso instante, Charlie decidió hacerte los coros.
Ha sido genial, estupendo, grandioso que Charlie te haya sabido imitar en tan honorable don del vómito por fascículos. Las arcadas sonaban en estéreo.
No daba a basto.
Me dispuse a empapelar el suelo para poder localizar dónde leches estaban vuestros presentes. La verdad es que el color del suelo del Ritz no facilitaba para nada la tarea. Así que, decidisteis ayudarme. Umpa Lumpa, te subiste al sofá y ahí continuó su propósito de culminar la colección de vómitos. Simultáneamente Charlie te subiste a la cama para proceder al mismo fin.

Si no fuera por el riesgo que corría de empaparme con vuestros fluidos, os prometo que me habría tirado al suelo y me habría puesto a llorar y patalear.

Umpa Lumpa, no contento con todo esto, te dirigiste al cuarto de baño (la única estancia hasta el momento sin crbrir) y entre todas las posibilidades de baldosas libres... decidiste vomitar juuuuusto encima de los pantalones que había en el suelo.


Cuando estabais al borde de la deshidratación, finalizasteis vuestro canto gregoriano con algún maullido de lamento y una mirada de satisfacción ante el trabajo bien hecho.

Fin de la historia...

Es algo similar a esto...
Ahora los cotillas se preguntarán (o al menos eso espero) a qué se debe taaaanto vómito por el Ritz.
¿Serán parásitos? ¿Será pelos retenidos?
Nada más lejos de la realidad...
Se trata de unas cositas de estas "rellenas" que venden de múltiples marcas. Algunas dicen estar rellenas de "queso", otras dicen ser para "bolas de pelo"...
La cuestión es que después de haber probado 5 marcas diferentes (a la quinta va la vencida....) me he percatado finalmente de que ni Charlie como felino simplón ni Umpa Lumpa disfrazado, las toleran para nada... No sé yo vuestros felinos simplones que harán con ellas, pero yo las he tirado directamente a la basura.
Y por el bien del ecosistema (habré gastado un rollo de papel de cocina persiguiendo vómitos...) aseguro que ¡¡¡jamás entrarán en el Ritz semejantes productos emetógenos!!!

PD: como comprenderéis, las fotos pertenecen a otros momentos de mayor felicidad. Creo que con relatarlo era suficiente.