martes, 26 de enero de 2016

Historia de una guardia cualquiera: Las puertas

Querido Umpa Lumpa:

La vida de hipocondríaca es mucho más dura de lo esperado. Las semanas dejan de empezar en lunes y acabar en viernes y empiezan a medirse por el tiempo que te queda entre una guardia y otra. Y las guardias caen donde caen... que siempre suelen ser el día que - curiosamente- peor te venía. 

Probablemente, Umpitas, no sepas que una guardia implica interminables horas de trabajo para pagar vuestros caprichitos... Quizás, en lo que sí que has caído es en que cuando toca guardia, desparezco antes de las 8 de la mañana y ya no vuelvo hasta las 9 de la mañana... del día siguiente. 

Pero no, señorito... Una guardia empieza un día antes y termina un día después... Y de vosotros va el asunto.

Lo primero es preparar la casa okupa (el Ritz, por estas fechas) para la ocasión. Es decir... eliminar cualquier trampa mortal en mis 24 horas de ausencia. Y eso lleva su rato... ya te iré contando en otras cartas la totalidad de los problemas, porque sois la leche...

Una de las principales trampas mortales son...  las puertas:  En un día normal puede pasar algo, pero en una guardia... se me pasan por la cabeza millones de situaciones: "si se cierra esta puerta os quedáis sin comida; si se cierra esta otra, sin arena; y si se cierra esta... sin agua... y si pongo todo en un mismo sitio y os encierro ahí... Charlie rompe la puerta a base de arañazos y tú , Umpitas, provocas que acuda la  policía por tus alaridos... "


 --> Solución al problema número 1:  
 
Traba de la puerta que Charlie quita...
  • Trabas en las puertas conflictivas (todas, vamos...) . Sí... en una de ellas puse un cacharrito  porque siempre se cerraba, pero Charlie, que para eso es un espabilao de la vida, sabe quitarlo. Lo curioso de este asunto, Umpa... es que no solo lo quita... sino que cierra la puerta y después araña porque la puerta está cerrada... La lógica interna de este supuesto felino simplón yo tampoco la entiendo. Vamos a darle un poquito más de tiempo a ver si se le mielinizan todas las neuronas y da para algo...
     
  • Conlcusión: las trabas al final se convierten en muebles para evitar otro tipo de situaciones desagradables: sillas, mesitas... Cosas que tengo que colocar cuidadosamente la noche de antes de la guardia, obviamente. 
    Mesita para evitar que la puerta se cierre


Y después de esto...  cualquiera diría... que bien, que tampoco es para tanto oye, primer problema de las guardia solucionado... Es poco farragoso teniendo en cuenta que es montar el mismo numerito unas cuantas veces al mes, incluso a la semana... pero bueno, responsabilidades que tiene una, ¿no, Umpa?

Evidentemente que no todo iba a salir bien...



--> Problema a la solución número 1:
 
Silla para evitar cierres de puertas ...
  • Lo de trabar las puertas con muebles funciona, oye... No habéis conseguido cerrarlas (DE MOMENTO) y me he evitado la desagradable situación de encontrarme a la poli esperándome en la puerta... 
  • Pero el hecho de tener que preparar el tinglao por la noche... implica que por la mañana se me olvida que he convertido al Ritz en una gincana: salta esta mesa, esquiva esta silla, bordea esta otra... y hace que me vaya tropezando con mis propias trampas, golpeando dedos meñiques del pie y soltando una cantidad improperios que se entera medio edificio de que tengo guardia... y hace salga de casa con más mala leche. 





Lo dicho... una carta sobre lo cotidiano... Dirás que a qué viene lo de echaros la culpa con algo que monto yo, Umpitas... pero hijo mío, que si no cerraseis las puertas y no montaseis la del 15-M en medio del Ritz por quedaros encerrados, todo sería mucho más fácil... 

Continuará...

Por cierto, que cada vez que quiero haceros una foto chula os movéis y huís de la cámara... Ahora... basta que no quiera que salgáis en las fotos para que me boicoteéis el reportaje... 






Dulces caricias...