Vale, que sí, que para una vez que estoy de vacaciones no es que me esté herniando a escribirte precisamente, Umpitas. Pero es que estoy tan ocupada vagueando, que casi no me queda tiempo para más.
Y aún así, te habrás dado cuenta de mi ausencia por las mañanas. Y es que, Umpa, un hipocondríaco que lleva la tira de tiempo con el título me comentó que si quería aprender a ser una hipocondríaca de los pies a la cabeza fuera de una fábrica de hipocondríacos, ese era mi lugar. Y ahí estoy, compartiendo mañanas con hipocon-blastos,que son unos hipocondríacos que llevan poco tiempo con el título y les mandan escribir y todas esas cosas. Pero vamos, que me tratan bien y que sarna con gusto... pica, pero menos.
De todos modos, tu adaptación a la casita de la sierra, va a trompicones hijo mío. Mi progenitora te está cogiendo hasta manía de lo adolescente enclaustrado que te has vuelto. Sin embargo, has recuperado tu fuerza y espero que no haya sido a costa de negárselas a Mónika, pero vuelves un poco a las andadas.
Y sin ninguna duda, lo que más te gusta de la casita de la sierra (a parte del sofá del ático) es el mini-jardín. Estás aprendiendo tantas cosas de la mini-naturaleza, que me va a dar hasta penilla cuando tenga que encerrarte de nuevo en nuestro futuro nuevo hogar (aunque aún queda tiempo ya puedes irte haciendo a la idea).
Umpa Lumpa en el árbol |
Esto me da pie a contarte una historia de las muchííísimas que tengo pendientes. Y si he esperado tanto, Umpa Lumpitas, es porque quería asegurarme de mi definitiva salida del 4ºA (en previsión del posible linchamiento por parte del vecindario hacia mi persona). La historia felina parece larga, pero créeme, merece la pena. Procedo.
Como ya te he contado otras veces, desde mi más tierna infancia he sido una auténtica niña
La historia absolutamente verídica y con cero de exageración se sitúa en el año 1 a UL (antes de Umpa Lumpa). Por aquella época, un felinillo anaranjado rondaba la calle y en más de una ocasión había comprado comida para nutrir al pobrecillo. Tras mi ausencia durante un fin de semana, el estúpido felino había trepado al árbol más alto que había encontrado en 4 manzanas y maullaba que era un primor.
Le di una noche de plazo para que bajase, pero era casi tan cobarde como tú.
A la mañana siguiente, una espécimen humana añosa ,me aseguró que llevaba así dos días. Así que yo, tu queridísima tutora legal, me dispuse a hacer una concentración que fue tardíamente secundada. Llamé a mil teléfonos sin demasiada respuesta. Pasaban las horas.
Una cachorra de espécimen humana lejos de amenizarme la tarde con sus palabras, me provocó pesadillas con su voz estridente y su ajetreada vida. La gente preguntaba que de qué iba la concentración y me daban ánimos con mis intenciones de bajar al minino del árbol. Pero a parte de las palmaditas en la espalda... poca ayuda más.
Finalmente, llamé al 112 y se corrió la voz, Umpitas, porque ahí iba apareciendo cada vez más gente. Dos horas más tarde apareció el camión de bomberos. Ahí ya sí que el movimiento 15-M se queda pequeño al lado de eso...Vecinos por las ventanas. Vecinos en la calle. Qué pasa. Que un gato en el árbol. Sí, la chica esa. (y yo miraba para otro lado).
Primero lo intentaron con una escalera sencillota. Nada. Después tenían que meter el camión, así que hubo que esperar a que llegase la policía y la grúa retirasen de uno en uno a más de 10 coches que impedían el paso del camión, con multas incluídas (ahí hubo una clara división vecinal: los incondicionales con la causa y los que me querían linchar) Cuando el camión llegó, empezaba a oscurecer.
Desde luego, el gato ese tenía un afán de protagonismo tremendo, Umpa Lumpa. Cuando llegaron a él, ante los cientos de miles de espectadores... salió volando. Cayó sobre un coche. Le abolló el techo y salió corriendo ante la atónita mirada del vecindario que ya no sabían si aplaudir o ponerse a llorar.
Al felino simplón no le pasó nada, y creo que otro loco de los gatos del barrio, le rescató ya en suelo firme días más tarde.
Umpa Lumpa escuchando una converación |
Más de una vez escuché: "Sí, sí. Mira... esa es la chica del gato"
Y yo, que no sabía bien si tenía que ponerme a pasar un sombrero para que me echasen dinerillo, si tenía que salir corriendo, o fingir que yo no era de ahí y que era la primera vez que escuchaba esa historia.
FIN
Espero que con esto te des cuenta de que tú eres fruto de ese amor por los estúpidos felinos.
Aunque tú no seas de esa especie, hay cosas de ti, Umpa Lumpa, que me molan mucho más.
Prometo tardar menos en escribirte la próxima vez.
Dulces caricias
PD: Lamento no poner fotos de la historia felina, pero no las tengo en este ordenador. A falta de eso, pongo fotos tuyas recientes.
PD2: Si dudas de la veracidad de la historia... pregúntale a ricitos de oro, el enanito de dos metros o a espécimen E., que muy lejos no anduvieron de la escenita.
PD3: Acaba de comentarme mi progenitora que le has cogido un gusto tremendo a eso de subir y bajar del árbol. Tendré que grabarte un vídeo para que veas lo bien que se te da.
Por fin puedo escribirte. He estado intentándolo varias veces, en distintos días y entradas, pero no había manera de que tu blog me dejase, sigo sin saber por qué (vamos, que no sé por qué me deja ahora).
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia la escena del rescate del gato, seguramente si viera que mi vecina hace algo así por un gato me convertiría en su amiga irremediablemente. Se parece, en cierto modo, al rescate de Darwin, sólo que él no se subio a un árbol y no hubo que llamar a los bomberos ni nada... lo tuyo sí que es capacidad para montar un espectáculo :D Seguro que una vez visto desde la distancia te ríes y todo...
Un placer leerte, espero poder volver a escribirte (si el blog me deja... ¿hay que ofrecerle algún sacrificio para ello?:P.
Besines!
Qué chula la historia del gato! Estoy con Elvira, yo también me haría amiga de una vecina rescata-gatos^^
ResponderEliminarA mí también me vuelven loca esos bichejos, el otro día salí en pijama a ver a una gatita de por aquí que maullaba mucho. Menos mal que no salió corriendo porque si no... Todo el vecindario hubiera visto mi bonito pijama gris para no haber hecho migas con la gata, jaja.
Disfruta de las vacas, que yo estoy igual con la vaguería y no se me ocurre nada que escribir en el blog...
Muchos besos!
Elvira:
ResponderEliminarNo creo que Umpa Lumpa seleccione quien quiere que le conteste... jeje pero es curioso. Si alguien más tiene problemas con los comentarios que me lo diga, a ver si es algo generalizado. No tengo puestas restricciones, así que no sé.
Elvira y Black Maiden:
Conocí a bastante gente ese día. Hay un chico portugués (creo) de la zona que ha salvado a la mitad de los gatos del parlamento de Andalucía. Es un auténtico luchador. Siempre que me lo encuentro por la calle va con un transportín.
Pero hay muchos detractores que ponen hasta vallas para que no puedas echar agua y comida a ningún gato...
También hubo muchos animaleros que me apoyaron pero nadie quiso ser amigo/a mío... sobre todo los que les pusieron la multa... jaja
Sí, se armó una buena... jeje al día siguiente, compañeras de clase me decían: oye, ayer estaban los bomberos por ahí... se armó una... ¿te enteraste? Y yo... mmmm jajaja
Eso sí, lo que demostré es que si algún día hay fuego en alguna de las casas de la zona, se va a armar una buena. Porque con los coches en doble fila el camión no pasa y puede haber alguna desgracia.
Black Maiden:
Yo he salido muchas veces en pijama a la calle por culpa de gatos, y tirándome por el suelo a ver en qué punto de debajo del coche se habían metido. Ays madre, qué inconscientes... jaja
Creía que te habías ido de vacaciones por lo de no escribir!! Se te echa de menos!!!
Hoy estoy de suerte, parece que me deja escribir. Te he dejado un comentario en mi blog. Quería pedirte tu email para enviarte cosillas de interés. Si no quieres publicarlo por aquí, cosa que entiendo, en mi perfil de blogger tengo mi email, puedes escribirme un correo de prueba para tener tu dire y que podamos comentar alguna de las cosillas que me preguntas, buscar soluciones etc.
ResponderEliminarBesos!
Qué buena la historia del gato y me alegro de que Umpitas sepa trepar y bajar, no sea que te la lie como el otro gato!!! Besos
ResponderEliminarJaja, sí, somos unas inconscientes..
ResponderEliminarQué va, sigo por aquí, pero sin ideas, qué frustrante, jo... Bueno, ya se me ocurrirá algo (espero, jaja)
Besos^^
Jaja yo quiero ver ese video! A ver si le pillas =)
ResponderEliminarParece que Umpitas no deja que te aburras, eh? ¡Disfruta las vacaciones que para eso son! ^^
Qué buena la historia...y qué suerte que los del 112 se lo tomaran tan en serio...nosotros volviendo a casa el otro día por la noche nos encontramos a otra pareja intentando cazar a un gato que estaba maullando en medio de nuestra plaza. Nos juntamos a la cacería y empezamos a bajar latitas y juguetes a ver si conseguíamos pillarlo para nada...y el amigo de la protectora se vino con una jaula para mastines y ninguna gana de correr detrás del gato de marras. Para mí que el único gato que había visto antes era a Gardfield en la tele. Al final no pillamos al gato y el de la jaula de los mastines se piró de las mismas. Un fracaso en toda regla...ójala hubiera tenido el valor de montar el circo que montaste tú :-) pero me lo apunto para la próxima vez...
ResponderEliminarQue historia tan buena ,claro se ve que el anaranjado no era un Umpa Lumpa ,porque sino hubiera bajado tan fresco del arbol,hay esta la diferencia contigo,querido Umpita,te digo el disfraz te queda de maravilla,estas precioso con esa pinta de gato,claro a mi que soy un mago no me engañas,saludos te manda Merlin.
ResponderEliminarEstá claro, que no... que no era un Umpa... jeje era un gato.
ResponderEliminarLo de llamar a los bomberos sólo sirve si el gato está en un árbol... Y atentos... por si alguna vez os pasa el truco para que acudan es decir que ha habido gente que ha intentado trepar al árbol. De hecho en este caso es verdad que hubo chavales que intentaron subir, pero era imposible. Era demasiado grande.
Por otra parte, los bomberos fueron unos auténticos profesionales, así que no tengo ningún tipo de queja de ellos.
Y sí.. a ver si consigo el vídeo... El problema es que es tan miedica que sólo baja a ponerse en contacto con la mini-naturaleza por la noche... y con tan poca luz es imposible. =)
Yo hice lo mismo que tú estas navidades: bomberos, escala, sirenas, árbol, vecinos asomados... los mismos ingredientes!! El gato también saltó y salió corriendo, nunca más se supo.
ResponderEliminarAl día siguiente la veterinaria me comentó: "me han dicho que ayer vinieron los bomberos por un gato"
y yo: "en serio??"...
Bueno , bueno ! Veo que la liaste parda! Jaja bravo !!!!una historia genial !!!
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