viernes, 29 de junio de 2012

Que lleves tanta paz.... ...como descanso dejas.

Querido Umpa Lumpa,


Lo reconozco. Sé que tenía que haberte escrito antes. Sé que en alguna ocasión he empezado a escribirte una carta y por una razón u otra he tenido que dejarla a medias. Y es que Umpitas, en la fábrica de hipocondríacos siguen sin cansarse de hacernos pruebecitas de las suyas. A cada cual, más bestia... Pero va quedando menos. ¡¡Ya sólo queda una semana!!
Pero bueno, entre ascenso y descenso del ST (no de los pacientes... sino míos... porque vaya la opresión torácica que me entra cuando salgo de casa para cada una de las dichosas pruebecitas) algo se puede ir contando.

¿Algo? Todo...

- Hace casi un mes que abandonaste definitivamente la infravivienda. Yo la he abandonado a medias. Hoy es mi último día. Mientras tanto, estamos en el exilio (de acogida en el home sweet home del enanito de dos metros)


- Tu vida en el exilio da para otra carta... (pronto, te lo prometo... en una semana la tienes)


- Desde entonces, yo aparezco por la infravivienda nada más que para hacer las dichosas pruebas de la fábrica.


Pero, ays, Umpitas... la infravivienda sin ti no es lo mismo. Hasta espécimen R. me decía el otro día que se te echaba de menos.


Estarás tu tan ufano, pensando en lo buenísimo que eres, lo que se echa de menos la ametralladora congénita, lo que se echa de menos tu ñoñismo a destiempo...
Nada más lejos de la realidad.


Tu ausencia es, sin duda, algo que de vez en cuando se agradece. Tanto es así, que estoy completísimamente segura de que las cohabitantes de la infravivienda (yo incluída) el último día que pisaste aquí pronunciamos mentalmente y de manera simultánea algo así como: Que lleves tanta paz como descanso dejas.


El descanso lo dejas... Sobre la paz que llevas.. podríamos discutirlo un poco más.  El enanito de dos metros el otro día, ante un momento maníaco de los tuyos dijo medio con un suspiro de desesperación: Ay que ver el Umpa...,  donde va, la lía.


Después de esta breve introducción te preguntarás que qué se echa de menos de ti...
Son esos detallitos que me hacen pensar constantemente: "me falta algo..." "me he dejado algo..." Pero que a su vez me producen realmente una nostalgia inigualable. Aunque lo máximo que pasemos sin vernos sean un par de días.


Procedo:


- Momentos cocina:
Preparo con esmero una sandwich, con su pavo, su quesito... Esas cosillas.
Me falta algo... Mmmm ¿tostar el pan? No... ¿Qué le echaba yo? ¿Qué le echaba yo a esto? Era algo más... ¿no? O no... ¿Qué me falta?
Ahhhh, leñe... me falta la pata tonta del Umpa intentando alcanzar un plástico absurdo en algún rincón de la cocina y mientras merodea pseudomaullando a ver si le cae algo...


- Momento cuarto de baño:

No hay un Umpa persiguiéndome cual cánido faldero y emitiendo pseudomaullidos odiosos a la espera de la salida de la ducha.


- Momento entrar en la habitación...
... Y esa extraña sensación de que tienes que hacer algo para que te dejen pasar... Decir una contraseña o algo... ¿qué era? AHHHH, darle un trozo de barrita al Umpitas exigente...



- ¡¡¡Momento dormir!!!!
Media hora para prepararlo todo. Que no, Umpitas, que tú bien sabes que a mí... de ordenada desde luego no se me puede definir, eso está clarísimo...

 ¿En qué empleo tanto tiempo, pues?
Guardar rotuladores, quitar esos pendientes de en medio, ¡¡guardar el cable del ordenador!! (nota mental: IMPORTANTE), poner algo acolchado (la ropa sucia del día, por ejemplo) debajo del lugar donde voy a situar el móvil, quitar los apuntes de la zona de la mesa que cae junto a la ventana izquierda, guardar las gafas en el primer cajón de la mesilla, dar la vuelta a la papelera si sólo hay "guardabarritas" del Mercadona...


Después de todo este protocolo diario... apago la luz y me invade la soledad. No hay una ametralladora congénita trepanándome el cráneo, destruyendo las pocas neuronas que deja con vida la fábrica de hipocondríacos. No hay un Umpitas que...


...¡¡CLARO!! He perdido 30 minutos de mi vida... No hay un Umpitas que tire los rotuladores, no hay un Umpitas intentando acceder al cable para moderlo, no se escucha caer el móvil sobre la zona acolchada como cada noche, no hay nadie que intente dar la vuelta a la papelera para comerse el papel que envuelve a las barritas (hay fotos y vídeos, no puedes negarlo...), etc, etc, etc...


De pronto, enciendo la luz y me concedo ¡¡ el capricho del año!!: Dejar las gafas encima de la mesilla sin miedo que se se suiciden cuando vean  aparecer al Umpa...
Y paso una noche feliz... y ellas también.


Eso sí... reconozco que me cuesta conciliar el sueño después de casi dos años durmiéndome cada noche al arrullo de la ametralladora congénita...
 

Dulces caricias


PD: Sólo tengo esa foto disponible ahora mismo en la infravivienda. La hizo el enanito de dos metros el otro día para que observase cómo sufrías mi ausencia...


miércoles, 6 de junio de 2012

Historia de una lavadora

Querido Umpa Lumpa,


En la fábrica de hipocondríacos me están poniendo ya la soga al cuello. Sólo tienen que pegar el empujoncito y ¡¡ZAS!!. No te puedes imaginar la de cientos de miles de documentos que tengo pendientes y la de pocas neuronas que me quedan libres... Me paso más tiempo encontrando un huequecito libre entre ellas que en el tiempo que tengo que emplear en leer...
Se están poniendo exigentes estos de la fábrica para reconocerte como hipocondríaco oficial... 


Para lo demás, Umpitas, tampoco son buenos tiempos. 
-Con el tema este del calor incipiente, has reservado habitáculo debajo de mi cama y para que salgas ya no sirven ni las barritas, hijo mío... quién lo iba a decir.
-Con el abandono en nada de la infravivienda...
-Con los planes extraños del verano...


Pero bueno, Umpitas, seguimos sobreviviendo...


... O más o menos.
Porque como viene siendo lo habitual, pese a que alguna otra vez me toca algo... en este caso, ha llegado a la infravivienda...


ta ta ta ta chán...


¡¡LA NUEVA LAVADORA!!


Muy oportuna Umpitas... a menos de un mes del abandono, creo que la vamos a disfrutar una barbaridad...


Claro, que tú con las modernidades no puedes. Llevas las tradiciones al extremo y eso de que nos hayan quitado nuestra lavadora de Cuéntame mucha mucha gracia no se puede decir que te haya hecho. ¡¡Estaría bueno!! Si todavía funcionaba... ¿qué motivo había para cambiarla?
Con esa musiquilla tan agradable con la que acompañaba esas dulces tardes de lectura de cientos de miles de documentos, con esa puertecita que se abría como queriendo saludarnos cuando entrábamos en la cocina...


¡Qué vamos a hacer sin ella! (a parte de lavar la ropa en condiciones..., quiero decir...)


Pero bueno, Umpitas... que no cunda el pánico... he dejado registrado parte de su último lavado, para que cuando no puedas dormir, te lo ponga a modo de nana... (sí, sí... pon el volumen bien alto para escucha el dulce sonido)








Y es que, Umpa Lumpa... no hay nada peor que una lavadora nueva... Ahí, que no hace ni juego con la cocina ni nada. Blanca pura. Categoría A... 
A ti desde luego no te ha convencido. Llevas dos días sin entrar en la cocina, pasas rapidito por delante de la puerta no sea que te vaya a atacar con esos movimientos extraños que hace...


Umpa Lumpa y la lavadora


Nada, que a ti no te venden milongas Umpitas. La lavadora nueva ha pasado a la lista negra de cosas a odiar y temer sin grandes motivos. En las que figuran:

- La Silk-épil : cacharro diabólico donde los haya. Se mueve, hace ruido y tiene luz. ¿Puede haber algo peor? No dejes que la pruebe con tu disfraz encima muerde. Además, a ti lo de los cacharros modernos esos... que nada. Que aquí hay que depilarse con cuchillas de estas antiguas o con una piedra bien afilada, que gastan menos y hacen menos ruido.

- El ventilador: no sé exactamente qué conversación ha tenido el ventilador contigo. El año pasado no te caía mal... Pero este año, a la mínima que se mueve le sueltas una... ¡¡Que vuelvan los abanicos!! A ti estas modernidades...

-La lavadora nueva... ¡¡¡Que vuelvan las de antes!!!


Cualquiera diría, Umpitas, que has nacido en el siglo XXI miarma...

Dulces caricias

PD: La foto es cortesía de espécimen R. =) 



viernes, 1 de junio de 2012

Los amantes del bajo B...

... tonta ella y tonto él.

Querido Umpa Lumpa

Sí, tengo alguna cosita que contar, pero no quiero pasar la oportunidad de volver a hablar la amiga

Uno tus rincones preferidos del Bajo B. Esperando a la amiga...
Resulta Umpa, que aunque no te lo he dicho y aunque el futuro es sumamente incierto, estamos nominados a... abandonar el bajo B (lo que se ha venido llamando la infravivienda, que al final le hemos cogido cariño a este sofá incómodo, a las humedades de las paredes, a la lavadora de Cuéntame...)

Nos queda menos de un mes y quién sabe si no terminaremos antes en el exilio ...
De modo que se puede decir que estamos viviendo entre cientos de miles de documentos,  las últimas semanas en el bajo B.

Cada vez que nos vamos de un sitio, dejamos parte de nosotros (Véanse los arreglos que le hiciste al 4ºA )

Por tradición, sitio donde vivo, sitio donde rompo una lámpara (esto va a convertirse en una tradición tan arraigada y ¿absurda? como la de los judíos de pisar cristales en las bodas, o la de los segovianos de tirar los platos después de partir el cochinillo) Es como un acto de bienvenida al "hogar"


En el Bajo B no dejas muchos destrozos, porque la posibilidad de destrozar algo que está destrozado no te resultaba en absoluto atractiva (salvo lo de las catacumbas esas que has abierto en el sofá, pero no se nota)


Al mismo tiempo, Umpitas, algo nos dejamos en cada sitio, que no podemos recuperar
La amiga esperándome en la puerta del portal...


En el 4ºA era Antonio, mi gorrilla preferido. Que me daba los buenos días todas las mañanas, que me preguntaba si estaba bien después de los encierros a costa de las pruebecillas de la fábrica, que se indignaba si el enanito de dos metros intentaba darle algo por aparcar en "su territorio"...


En la infravivienda son... "Los amantes del bajo B... tonta ella y tonto él"
En resumen: la amiga y el amigo de la amiga.
Ya sabes que quien lleva la voz cantante es la amiga. 

Será una felina simplona, pobre y callejera, pero tiene una personalidad tremenda:
- Es rastrera hasta el infinito: pide en la cutre-tienda de alimentación, pide al vecino de al lado (que le tiran cosas ricas por la ventana),  me pide a mí 3 o 4 veces...
- Me deja en evidencia ante todo el vecindario. Cuando me ve me persigue de una manera indiscreta y se pone a maullarme para dejar claro que me conoce...
- Es solidaria... y amante ideal. No deja que su amigo pase hambre. Y cuando intuye que le va a caer algo, va a buscar al amigo para compartirlo...

La amiga y el amigo de la amiga
Van juntos. Se hacen carantoñas (total, Umpitas... que te ha engañado... ni es tu amiga ni es ná... es una interesada de la cabeza al rabo... los Umpa Lumpa no le gustan aunque tengan el disfraz más bonito del mundo)
Comen del mismo plato (aunque yo les ponga dos... Primero se comen uno... luego el otro)
Comen más que tú (y no sé cómo lo hacen para mantener la línea hasta tal extremo)
La amiga es excesivamente cariñosa. El amante es más retraído pero poco a poco coge confianza...
La amiga tiene una salud del hierro. Al amante lo veo yo un poquito más regularcete.

No nos los podemos llevar...  pero no sé cómo decirles adiós. 
No sé cómo explicarles que dentro de poco, cuando exijan bajo el balcón, no habrá una espécimen humana pirada que baje en pijama, despeinada y con las legañas puestas si hace falta a echarles un poquito de tu comida...

Dos platos... comiendo del mismo...
Mis proginitores me dicen que no puedo pretender salvar a todos los felinos simplones del mundo... pero... podemos intentarlo al menos ¿no?


Se harían perfectamente a una casa (sin felinos previos) o donde fuera...

Así que desde aquí, y delante de todos los cotillas del mundo...
¿ALGUIEN SE ATREVE CON ELLOS? 


Por lo demás, Umpitas, ayer vino el infracasero
Con otras cosas no, Umpa Lumpa, pero con tu comportamiento en estas situaciones me entran ganas de comerte a besos. Escondidito, calladito, me echabas miradas por la ranura de la puerta, te hacía gestitos para que te escondieses otro ratito... da gusto contigo.

Hasta que... te pilló in fraganti:

Infracasero- (con voz de pánico):  PERO %$&"# ( = taco español), ¿ESO QUÉ ES? ¿UN GATOOOOO?

Yo - (Uffff... no... es un Umpa... UN UMPAAAA) (pienso tan alto que casi se me escucha...)

Infracasero- QUÉ SUSTO... creía que era una zapatilla moviéndose...

Yo- (Sí... está claro que un Umpa da más miedo que una zapatilla que se mueve sola...)

¿Repercusiones? Cero Umpitas. Si es pasota para otras cosas, faltaría que no lo fuera también para esto. 


Mientras no avise al SEPRONA de que tenemos capturada a una especie en peligro de extinción...

Hasta más ver Umpa Lumpa

Dulces caricias