La vida es como es, y comienza el encerramiento impuesto por la fábrica de hipocondríacos que cuando te conceden vacaciones... no suele ser para nada bueno.
Pero antes de empezar a martirizarte con hipocondrías he de comentarte un par de cositas:
1- Hemos ganado un sorteoooooo
Resulta que otra Irene, que escribe cositas acerca de unas tortuguitas disfrazadas de niñas, sorteó un broche y ¡¡¡me tocóoooo!!! Umpitas... ¡¡A MÍIIII!!
Ya sé que ricitos de oro dice que nunca le toca nada, pero créeme, Umpitas, que a mí, la única vez que me tocó algo bueno fue un reloj suizo de hombre tamaño XL cuando contaba con la tierna edad de 11 años... Vamos, que lo que más ilusión me hizo del tema fue que mi nombre apareciese en un periódico de tirada nacional.
Umpa Lumpa protegiendo su regalo |
¡¡El broche!! |
Ays Umpa Lumpa, igual tú no lo aprecias, pero yo me estoy planteando jugar la lotería ahora mismo... (aunque creo que bastante jugaré a la lotería en las dichosas pruebecitas de la fábrica como para arriesgarme a más cosas...)
Las características que tiene que tener un juguete para que te apasione son sencillas:
Umpa Lumpa en caída libre con el juguete (Pincha para verla en grande... verás...) |
2- Que haga ruido (cuanto más ruido provoque su impacto contra las puertas/paredes ¡mejor!)
Conclusión... un exitazo Umpitas...
(Tengo pendiente conseguir grabarte en pleno estado maníaco jugando con la pelota saltimbanqui... sí... esa que metes hasta dentro de mi cama...)
2- El disgusto lo voy a causar yo...
Resulta, Umpa, que en la casita de la sierra mis actitudes de repetición a la hora de cazar cuadrúpedos y colarlos como quien no quiere la cosa (esto ha sucedido durante años, no es cosa de ahora, pero he sufrido una reagudización, por lo visto) ha llevado a mis progenitores a sufrir ataques de pánico ante la incertidumbre del futuro. Tanto, que mi progenitor me contaba un sueño terrorífico que tuvo el otro día:
Llegaba a casa y se encontraba un cachorro de león que pegaba saltos y llegaba hasta el techo y que le daba un miedo inimaginable. Mi progenitora, aclaraba, que - como no podía ser de otra manera...- lo había traído yo.
Me comenta (esto sí que es real), que Galia está pletórica y que pega botes casi tan altos como el león de su sueño. Y que si:
- Galia es capaz de martirizar a la Malaúva (la pobre... muestra su mala uva ya con toda la razón del mundo)
- Tú eres capaz de martirizar a Galia
... este verano promete, Umpitas.
Creo que mi progenitor va a preferir al cachorro de león...
Umpa Lumpa comiendo el plástico |
Dulces caricias
PD: Muchas gracias a Irene de mi parte y de Umpa Lumpa por los dos detallazos =)
PD2: El Umpa dice que le gusta mucho también la bolsa de las pompitas donde venía todo... con eso de que es un comeplásticos