Estamos separados por más de 500 km e imagino que lo estarás pasado fatal sin mí (o eso espero, ya que todas las tutoras legales de especímenes humanos y Umpa Lumpas del mundo desean que a sus retoños les vaya fatal mientras están separados, y yo no voy a ser menos)
Las noticias de parte del enanito de dos metros llegan con cuentagotas, y no son muy... alentadoras. Vamos, que estás programado en modo Umpa Lumpa:
-Vaya nochecita que ha dado... (luego hay quien cree que soy yo la que se queja de vicio)
-¡Qué tío más mierda! (sí... siempre te ha llamado tiomierda)
-No ha parado de maullar (yo diría aullar, porque cuando te pones en ese plan temo seriamente que algún vecino llame a los del Seprona porque ha oído lobos...)
-Bueno me voy a dormir, porque alguien no me ha dejado descansar esta noche... (así como quien no quiere la cosa)
En fin, yo ya no sé para qué digo nada... Vale, que sí, que la casa de los progenitores del enanito de dos metros no se puede decir que sea puro orden y exquisita limpieza. Pero tampoco es necesario que si estás de invitado te pongas a decorar el estor y las mosquiteras (vamos, el tipo de decoración que te gusta: venga a trepar y trepar... y a ver quién es el listo que te baja, ¡JA!)
Y es que, Umpitas, aunque nadie me crea, me das cada disgusto, que ni dos crías de espécimen humano juntas.
En cualquier caso, hoy trataré de ser breve. La reprimenda ya te la echaré cuando vuelva. Aunque ya no sé para qué. Qué desesperadita me dejas, cariño...
Pues eso, que vine antes de ayer y me voy mañana, así que ya no queda nada.
Si te da por preguntar que cómo ha ido el viaje, te diré que mal. Mira que yo no soy pijilla ni nada por el estilo, pero desde que te tengo a mi cargo, los viajes habían sido a costa de nuestro amigo Renfe. Porque alguien de tu calaña, cómo va a ir en autobús... estaría bueno que un Umpa Lumpa de origen noble tuviera que rebajarse a esas situaciones... ¡¡Ni hablar!!
Y claro, volver a las andadas del bus y encima de noche... muy bien no podía salir.
Resulta que al lado me tocó una muchacha con el pelo teñido en un rojo que brillaba en la oscuridad y sujeto con una pinza de las de peluquería. Puedes imaginarte. El reflejo radiactivo de su cabellera no era de lo mejorcito para conciliar el sueño. Como tampoco lo era que se llevase medio viaje limándose las uñas. Yo temí seriamente por su vida, Umpitas... imaginaba la lima penetrando con insistencia en su lecho ungueal y provocándole una infección que pa qué te voy a contar. De ahí a una sepsis, no hay nada.
Claro, que la muchacha del pelo rojo no fue lo peor... no señorito. Aunque confirma mi teoría de que a mi lado nunca se pone nadie medianamente normal.
Resulta que detrás iba un hombre que decidió ponerle música al viaje en forma de tosidos arrítmicos. Que yo te digo una cosa, por mí podía haber estado tosiendo todo el viaje, porque era escrupulosamente puntual. Justo cuando me asomaba al sueño no REM, venga a toser... Y se callaba durante media hora. Lo cual levantaba en mí las falsas esperanzas de poder volver a entrar en trance. Pero no, imposible.
Yo ya me imaginaba miles de millones de viriones (o en el peor de los casos mycobacterium tuberculosis) viajando hasta estamparse en mi nuca, para llevarlos de adorno por todo el país. Lo que me faltaba ya...
Eso sí, todo hay que decirlo. La gente que viaja en bus, es mucho más simpática que los pija-trenes. La humildad, Umpa, que hace milagros.
Afortunadamente, llegué viva a mi destino y de momento asintomática. Y con cara de haber pasado una noche estupenda me presenté en frente del tipo que lleva años con el título de hipocondríaco. Que nada, que bien, que vuelva en tres meses y con cara de menos sueño, que si no el Book va a salir de pena...
Pues eso es todo...
La Malaúva muy bien. Sin tu presencia parece menos Malaúva.
Aysss Umpitas... aunque unas minivacaciones sin ti no le vienen mal a nadie, se podría decir que te echo de menos y todo.
Dulces caricias
PD: Ayer, ricitos de bronce fue la primera en darme una noticia que puede cambiar el rumbo de nuestras vidas... sí Umpitas. Quedarán para siempre grabadas en mi retina sus palabras:
Pastora (cosas suyas) 65 peticiones. Entramos. Tiempo al tiempo, Umpa. Te informaré cuando sea oficial. Pero hemos de agradecer la presencia gratuita de nuestras corresponsales, ahí donde se cuecen las noticias...
Ay... los entrañables viajes en autobús... no es que yo sea un espécimen muy normal que digamos, pero siempre hay cada individuo... ¡al menos es divertido! Pobre Umpa, entre sus trastornos crónicos se encuentra también la mamitis. Pobrecito, ni contigo ni sin ti, pero es tan mono... jeje.
ResponderEliminarEs más divertido si no tienes que dormir... jeje A mí sólo me ha tocado un par de veces con gente aceptablemente normal. Y si yo me incluyo en ese grupo de gente normal, es que no pido demasiado... jajaja
ResponderEliminarPero sí, no están mal...
El Umpa... es mono en las fotos. En la realidad tiene una cara de bicho que no sé cómo es capaz de andar sin tropezarse con ella... jaja