martes, 10 de mayo de 2011

Carta desde el EXILIO...

Querido Umpa Lumpa,

Lamento mucho la situación por la que te estoy haciendo pasar... pero créeme, si no fuese por ti, no habría tenido que recurrir a ello. Y es que, Umpitas, ningún país debería de regodearse en las diásporas causadas por el yugo de la esclavitud o la persecución. Quizás un día se hable de nosotros como se habla ahora del pueblo judío o de Rafael Alberti.

Ayss, Umpa Lumpa de mi corazón. Esto se veía venir, tenía que pasar...

Resulta, Umpa, que nuestra dulce morada es digna de ocupar la programación de cualquier cadena de televisión. Entre el vecino de arriba, que sería el perfecto candidato de Hermano Mayor  y que el 4ºA podría participar sin ningún tipo de miramientos en Esta casa es una ruina... estamos buenos.


Umpa Lumpa
Hasta ahora habíamos soportado los atascos en los lavabos, las luces fundidas del cuarto de baño, la persiana caída del salón, el enchufe salido, ... Vale, con esto podíamos sobrevivir 4 meses más si hiciera falta (recuerda que las especímenes humanas que habitamos la casa no somos más que simples trabajadoras de fábricas que podemos vivir en condiciones extremas ¡JA!). 
Pero... la cocina ha estado a punto de estallar. El agua saliéndose a chorros, los fregaderos llenándose de agua sin motivo aparente, vamos que el enanito de dos metros con su extraña insistencia y preocupación en situaciones de riesgo creo que quería que llamase a los bomberos o algo así (con los antecedentes que tengo con los bomberos, no creo que me quieran ver más el pelo... pero esto da para una o dos cartas). 

Sin embargo, Umpitas, yo no me achico en absoluto ante este tipo de situaciones y con absoluta sobriedad he contactado con la única solución. El único (redoble de tambores), el inigualable (más redobles), el... super-casero del 4ºA.

El gran inconveniente de esto, es que los antecedentes con el casero no podían llevarnos más que al exilio. Imagínate Umpitas, en pocas horas hubo que quitar cortinas y meterlas en la lavadora, colocar una mantita sobre el sillón que tienes desgarrado, retirar de la vista la silla que tienes petadita de pelos del disfraz (con ayuda de la espécimen R., que está en todo) y tú y yo... desaparecidos. De película de Hollywood, vamos.


¿El lugar? Los dos lo conocemos, pero no sería conveniente hacerlo público con el grave peligro que corremos. ¿Durante cuánto tiempo? No lo podemos saber, Umpa... Cuanto más tiempo estemos, más probabilidades de ser famosos en el mundo entero, así que... tenemos que ser fuertes ¿vale?. 

Ahora te toca comer de un cuenquito profundo. No dio tiempo a recoger tus cosas. 
Por mi parte, tengo que ir a trabajar a la fábrica de hipocondríacos que ha pasado de estar a 5 minutos de nuestro hogar dulce hogar a más de 30 minutos desde nuestro exilio. Y todo esto en una semana en la que en fábrica de hipocondríacos, llenita de cabezas pensantes, nos han puesto a trabajar mañana y tarde (para rematar la faena).


Mientras la situación no vaya a mejor, seguiré escribiéndote desde éste nuestro zulo.


Dulces caricias


PD: Perdona por la foto, Umpitas, pero con las prisas no hemos podido coger nada, y sólo tenía esta foto de cuando eras un bebé de Umpa Lumpa...


3 comentarios:

  1. Oh Dios mío! pobres proscritos!! Que sea leve vuestra estancia en el exilio. Después de todo, un zulo con internete no es tan malo... xD

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  2. Pero de verdad os habéis exiliado? ay, los pobres, si es que en qué líos os metéis

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  3. Sí, estamos en el exilio, claro... jeje En otras circunstancias no habría sido necesario, pero el magnífico casero que tenemos (sin recochineo, es un santito el pobre...) no creo que deba de ver con muy buenos ojos la presencia de un Umpa Lumpa... =)

    Y sí, bueno, el exilio... no está del todo mal... me hacen el desayuno todas las mañanas... jaja

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