sábado, 26 de febrero de 2011

I don't like Saturdays... with Umpa Lumpa...

Querido Umpa Lumpa,


Imagino que habrás percibido que habitualmente uso dos despertadores: el de casio (resistente a cualquier percance: probablemente sería superviviente junto con las cucarachas a una explosión nuclear) que repite el soniquete cada 8 minutos y el móvil que lo coloco en la puerta para obligarme a levantarme. No Umpitas... estás equivocado, no es que sea una vaga dormilona. En la fábrica de hipocondríacos nos dijeron que hay quien tiene ciclos circadianos mayores de 24 horas... ya ves que hasta el remolonear tiene su explicación hipocondríaca.


Umpa Lumpa con dentadura de tiburón
Pero.. ays Umpa, casi voy a tener que darte las gracias y todo. Por lo visto has considerado que dos despertadores no eran suficientes y tú de la forma gustosa y voluntariosa que te caracteriza, te has ofrecido a ser el tercer y definitivo despertador. Tienes tus ventajas, todo hay que decirlo: no usas pilas, ni enchufes; no hace falta cambiarte de hora todos los días... ¡ni siquiera los sábados!... ¡No señor!, y eres verdaderamente eficiente.
Un par de consejillos (de buenas ¿eh?):
- HOY ES SÁBADO ¿SABES? Eso significa que no trabajo en la fábrica de hipocondríacos y que no me vendría nada mal dormir más allá de las 7:30. 
- Que me obligues a despertarme con tus colmillazos de Umpa Lumpa adúltero clavados en mis bellos pómulos y pretendiendo hacerme un pirsin en mi impoluta prominencia nasal, NO es agradable. (agradezco que no tuvieras este tipo de intenciones cuando tenías la dentadura de tiburón... (imagen))
- La verborrea matutina que te gastas es igual de fastidiosa a las 7:30 que a las 22:00... pero un sábado por la mañana, mira tú por dónde, me ha sentado peor.


Claro que... tu ritmo circadiano sí que es raro. De 24 horas, duermes tranquilamente 20... pero estás tan mono...


Por otra parte, espero que cuando seas un niño mayor de los de verdad te portes mejor cuando se te deja a cargo de otros especímenes humanos.
Por lo visto, causaste tanto pánico en el 4ºA que espécimen R. llegó a pensar que había fantasmas en casa (no te hagas el tonto, sabes de lo que hablo). Sí, sí, ya sé que R. es un poco susceptible a ese tipo terrores diurnos... (como aquella vez que te fuiste de excursión a su cuarto y ya de paso le rompiste dos velas y ella pensó que era el del 5ºA que dando saltos había perforado el techo. No la culpes, ya sabes que el del 5ºA daría para 4 entradas en cualquier blog del mundo) 
Umpa Lumpa poniendo cara de bueno
Te portaste tan tan mal que cuando llegué, R. me suplicó que no me volviese a ir. Ays Umpi, qué mal estamos llevando tu adolescencia...


Por lo demás, mi viaje fue bien: un par de tipos que ya tienen desde hace años el título de hipocondríacos no paraban de pincharme y pincharme hasta que me mareaba y todo. Trataron de arreglarlo ofreciéndome 12 Ferrero Rocher para mí solita y el jefecillo hipocondríaco se sentó a mi lado hasta que me puse buena (y por si lo dudabas, sí, lo arreglaron... =) )


Me despido por hoy, querido Umpa Lumpa. Quería hacer algunas apreciaciones sobre tus progresos en el mundo de la caza, pero mejor dejarlo para otro día...


Dulces caricias






5 comentarios:

  1. Madre mía qué bicho! La verdad es que no se tienen gatos, los gatos te tienen a ti... siempre se salen con la suya... pero es que son tan monos! ^^

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    1. jajaja nunca había visto como cambiaban los colmillos los gatos... pero el Umpa se tiró un par de días con los colmillos de leche y los definitivos ahí plantaos!!!

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  3. Encima de que la despiertas para no altera su ciclo, porque sería malisimo un cambio
    ¡Ay! Paciencia pequeño, pacienciaaa que ya empiezo a ver que tu tutora es una quejica!
    Saluudos!
    (Su nariz, creo, que ya no está impoluta jejeje!)

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    1. jejeje tú siempre dándole la razón...
      Ufff después de un año conviviendo con un Umpa Lumpa, creo que ni la nariz ni nada es impuluto en mi cuerpo... jaja

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