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lunes, 5 de noviembre de 2012

El comeplásticos ataca de nuevo (y otras razones por las que eres un Umpa)

Querido Umpa Lumpa,

Tengo tantas cosas que contarte, que no sé por dónde empezar.
Esta carta no va a ser excesivamente larga en previsión de todas las que puedan venir detrás...

En capítulos anteriores, recordaba una de las múltiples patologías psiquiátricas de las que haces gala: La PICA . Se suele decir, que la Pica se relaciona con el déficit de alguna sustancia. Pero Umpitas, querido... lo del "déficit de plástico" o te lo acabas de inventar o es algo exclusivo de los Umpa Lumpa, porque no lo pillo.
Lo de que eras un complásticos, tampoco es nada nuevo. Sólo que te habías relajado en los últimos meses. Ahora estás en pleno brote. Me despiertas mascando plástico, tengo que ocultar todas las bolsas de plástico que están bajo tus dominios (es decir... tengo que meterlas dentro del carro de la compra, porque es el único sitio al que no tienes acceso), anudo las bolsas de basura ya sin asas (porque estarán dándose un dulce paseo por tu aparato digestivo o formando parte de tu disfraz (carente de plástico, quizás)), etc, etc, etc.

Y es que Umpitas, no he conocido todavía a ningún felino simplón que dedique su tiempo a zampar el plástico de las bolsas. Y esta vez no le podemos echar la culpa a las especímenes humanas cohabitantes del 2º "a secas" de haberte influenciado con una extraña alimentación.  Espécimen N. y espécimen T. tendrán miles de cosas (que las tienen), pero para comer, son de lo más simple.

A veces creo que no me cuenta de que realmente eres un Umpa. No hay que buscar la explicación en el origen de tu disfraz. Sino en tu esencia de Umpa.

Y para breve muestra...
Numerosos cotillas (humanos y felinos), comentaron en la carta anterior lo muchísimo que les había gustado la foto con la que decidí decorarla.
Oh, Umpitas... ¿por qué en ya camino de dos años mandándote cartas ninguna fotografía tuya ha sido tan alabada? ¿eh? ¿eh?
3 razones confluyen aunque una de ellas se lleva la palma (adivina en menos de 5 segundos cuál es...)
1- Tengo una cámara compacta más bien malucha que no da para gran cosa
2- No soy buena fotógrafa. No miro ángulos ni luces, ni historias. Enciendo la cámara y disparo y que sea lo que Dios quiera.
3- No paras

...
...
...
Y la causa necesaria es... ta ta ta ta ta ta cháaaaaaan... 
¡¡LA 3!!

Vaya por Dios. 
Umpitas, reconozco que a mí me falta mucho arte y el doble de paciencia. Pero hijo mío...  tú no lo pones nada fácil. Mira que he tenido fotos preciosísimas en mis manos. Mira que tengo muchísimas más fotos tuyas que mías (y yo ya voy por la veintena larga de años y tú eres un yogurín) Y aún así, nada. Ninguna digna de ser recordada. Ninguna para enmarcar.

Pongo un ejemplo práctico. Para que no haya trampa, son fotos del MISMO DÍA, a la MISMA HORA, en el MISMO LUGAR (la casita de la sierra).
(véase que la cámara buena no es... y que incluso tiene una mancha negra que creo que ya he conseguido quitarla) Pero... salvando las dificultades:


2 felinas simplonas vs Umpa Lumpa

La Malaúva











Momento de descanso de la Malaúva


Galia Micromachine 




Momentos de descanso de Galia.

Umpa Lumpa




Momentos de descaro de Umpa Lumpa




Umpitas, cariño, tú ves que yo lo intento. Intento captar tu esencia y creo que en el fondo lo consigo. Mientras la Malaúva y Galia dormitaban tras un duro día, tú te levantabas, te movías, te tumbabas. Pero cuando te tumbabas, te movías.
Fácil no lo pones. Y si no ves fotos tuyas más bonitas, no será por falta de ellas, que tengo para aburrir.
Si hiciera caso a mi progenitora y eliminase las fotos movidas, creo que te quedarían más bien poquitas.

Estas cosas no hacen más que darme una razón más por las que seguir proclamando las dificultades que conlleva el vivir día a día como tutura legar de un Umpa Lumpa.

Algún día pediré una baja por depresión en la fábrica de hipocondríacos, a ver qué me sueltan...

Dulces caricias

PD: Como ex- glivec girl que es, Mónika me trajo de regalo a través de una amiga suya (que debió de pensar de mí de todo menos bueno) unas maravillosas tabletas de chocolate. Que alguien se acuerde de mí a 1000 km de distancia  con ese detalle, y más siendo Mónika, con su única neurona funcionante, es como para agradecérselo en persona haciendo el pino si hace falta. De momento, apartaré la bolsa de plástico de tu vista, Umpitas, y disfrutaré de cada trocito de chocolate.

PD2: Sugerencia para futuros regalos: sí, me gusta el chocolate (si es belga, Lidnt o Nestlé más aún... pero no le hago ascos ni al de marca DIA)

jueves, 13 de septiembre de 2012

Que no cunda el pánico

Querido Umpa Lumpa,

Los días en la casita de la sierra le pese a quien le pese están llegando a su fin. 
Estaba pendiente un gran resumen sobre las pedazo de vacaciones que te has metido entre pecho y espalda e intentaré hacerlo de la manera más emotiva que se me ocurre: describiendo la sensación con la que se van a quedar los siguientes personajes cuando te vayas

- Mis progenitores & hermanos: aliviados. Umpitas, hay que reconocer que cuando te pones en plan asocial no hay quién te aguante. Les has roto una camiseta a cada uno en esos intentos de aproximación que han tenido contigo. Te pones a emitir pseudomaullidos odiosos cuando te place y por lo que te place (si te entra hambre a las 3 de la mañana, si quieres salir a recorrer la mininaturaleza a las 6...) Vamos, que no te haces querer, pese a que todo el mundo reconoce que tienes un disfraz maravilloso.
La Malaúva dominando el territorio

- Galia Micromachine: el estúpido guepardo lo va a pasar mal. Esta vez sí Umpitas. Has hecho unas migas tremendas con la felina simplona. Veros por separado es complido. Os montáis vuestras carantoñas de vez en cuando y unas peleas-juegos de campeonato. Es fácil indentificarlas. Cuando Galia se pone a hacer: GRIÑI GRIÑI GRIÑI GRIÑI (con voz de pito) FFF FFF FFF GRIÑI GRIÑI GRIÑI GRIÑI FFFF FFFF FFF
Significa que tus fauces aprietan con suma fuerza cualquier partecita del pequeño y frágil cuerpo del estúpido guepardo.

- La Malaúva: Yo creo que tiene un debate interno intensísimo. No es que no le gustes. Es que te odia. Odia todo lo que tiene que ver contigo. Odia tu presencia, tu aroma, tu disfraz pavoneante. Odia a todo el que te quiere. Y eso que se ha moderado un poquito y admite refunfuñando que pases a 5 metros de ella... PEEEEEEEEEEEERO... creo que también se da cuenta de que mientras esté el estúpido guepardo contigo, NADIE le da guerra. Ni tú, ni Galia. Y eso hace que se encuentre en estados intermitentes de esa felicidad mezclada con malaúva que le caracterizaba antes de vuestro aterrizaje en la casita de la sierra. Creo que la Malaúva quiere que estés... pero lejos.

Y esto me da pie a narrarte un acontecimiento, con todos los ingredientes de cualquier documental de Félix Rodríguez de la Fuente.
Recuerdo los personajes --> Galia = estúpido guepardo, La Malaúva = hipopótamo bobo, Tú = tigre de Bengala.


Hallábamos toda la familia (progenitores, hermanos & enanito de dos metros)  zampando en la mininaturaleza, cuando, sin desencadenante aparente el estúpido guepardo  cual estampida en plena sabana africana entró en la casita de la sierra. Tú, como macho alfa,  corriste detrás aunque con menos ímpetu, hinchando al máximo el rabo de tu disfraz. El hipopótamo bobo  te echó una bronca a base de bufidos tremenda por interrumpir su siesta  (sí, a veces los hipopótamos bufan).

Todo parecía quedar en un "qué pesao el Umpa este... molestando a la Malaúva..."

Pero... ¡oh, no!. La estampida del estúpido guepardo y tu posterior huída, tenían un origen.
Y la Malaúva os odiará (a ti un poquito más que al estúpido guepardo) pero, que nadie se meta con vosotros. Hermano D. resume el pensamiento de la Malaúva de la siguiente manera: "El Umpa será tonto... pero es MI tonto"


(Conviene, antes de continuar, que pongas algo de volumen a este enlace y sigas leyendo: Música de fondo

La Malaúva te echó una mirada -sólo a ti, porque Galia hacía un rato que estaría perdida por vetetúasaberdónde- como diciendo: QUE NO CUNDA EL PÁNICO... que aquí estoy yo.

Entonces, con paso lento, pero firme. Saboreando el momento. Sabiéndose la salvadora de la tribu, se dirigió hacia un rincón de la mininaturaleza. La familia de especímenes humanos dejamos los cubiertos y observamos boquiabiertos.
Llegó a su objetivo y comenzó a bufar con la malaúva que le caracteriza, hacia la mininaturaleza de  otro vecino. Elevó su rabo de hipopótamo, lo zarandeó...

¿Qué sucedía Umpitas?
Nada más y nada menos que el nuevo cánido de los nuevos vecinos.


Tanto tú, como el estúpido guepardo, salisteis despavoridos por su aparición. Pero el hipopótamo bobo, una cosa es que os odie y otra que vaya a permitir que alguien os odie más que ella... Estaría bueno. Salió en vuestra defensa y te dejó a ti, como macho alfa, por los suelos.







Al rato, después de que la Malaúva hubiera hecho su trabajo, fuiste a comprobar la inocencia del cánido que tanto os había alarmado.


Regresando al lugar polémico

No falta nada para volver Umpitas. Y creo que esta vas a echar bastante de menos la casita de la sierra. Faltan muchas cosas por contar. Con tiempo.

Dulces caricias

PD: Lo sé... sé que los dibujos son dignos de cualquier exposición de arte comtemporáneo. Pero es que a mí eso... nunca se me dio bien.

sábado, 19 de mayo de 2012

Crónica de un viaje feriante

Querido Umpa Lumpa,

Las cartas se retrasan y ya tendría que estar con actualizaciones, pero no quería dejar pasar por alto la feria en la casita de la sierra...

Todo empezó con...


EL VIAJE 

Como eres todo un señorito cosmopolita, a ti lo de los viajes ni te va ni te viene. Creo que lo único que te supera es desconocer exactamente el destino (y mira que no paré de comentarte que íbamos a ver a Galia.)

El enanito de dos metros, que se debía de pensar que íbamos a hacer un viaje trasatlántico de 4 meses de duración, decidió cargar el coche con cientos de miles de cosas inútiles para una semana de estancia (entre ellos una bici de carretera que se volvió igual que vino... Lo próximo será llevar un piano de cola por si en 5 días da tiempo a ensayar...)
ANTES DEL VIAJE...
Cuando quise meterte en el coche, las posibilidades eran pocas... (y el enanito se ve que al tetris no jugó mucho) .


Conclusión... encima de todo... 
En cada curva la jaula diabólica daba una vuelta de campana... 


 El resutado es el que ves en las imágenes...



En realidad Umpitas, estábamos francamente preocupados por tu vida... 
Especialmente yo, todo hay que decirlo.
7 HORAS DESPUÉS...
 Pero como lo del parque de atracciones en la jaula diabólica no parecía incomodarte demasiado, guardabas un sepulcral e incómodo silencio.


 Y para comprobar de vez en cuando que seguías con vida, te teníamos que llamar de la siguiente manera (porque en otras cosas muy espabilidado no serás... pero que te llamas Umpitas lo sabes a la perfección)





Ahí tienes la muestra...
Ya sabes Umpitas, que lo que dejé clarísimo para la vuelta, es que lo primero que se metería en el coche, serías tú. Tuviste un lugar absolutamente privilegiado en el retorno a la infaravivienda... Tanto que ni siquiera respondías cuando se te llamaba por estar inmerso en una fase de sueño REM la totalidad del viaje...


LA ESTANCIA EN LA CASITA DE LA SIERRA

La novedad de Galia fue flipante, Umpa Lumpa.
Según mi progenitor, os aliaríais para hacerle la vida aún más imposible  a la Malaúva...

Pero, oh, no Umpitas... Si algo ha quedado claro es que eres tú a quien la Malúva no soporta... Galia le incomoda (tanto saltito, tanto parloteo de cachorro de felina simplona y tantas cositas... es normal) pero a ti te odia con una profundidad máxima. Y eso que pasaste olímpicamente de ella.

En lo que no dejaste ninguna duda (aunque  yo lo  sospechaba... porque por suerte o por desgracia nos tenemos que aguantar unas cuantas horas al día...) es en lo que mi progenitor manifestó (en esta ocasión con sumo acierto):
"Al Umpa este no lo aguanta ni la pequeña... " (pequeña = Galia en la jerga de la casita de la sierra)


Y es que, Umpitas, tienes la enorme capacidad de desesperar hasta a una cachorrona de felina simplona ávida de juego y cachondeo. Y eso no lo consigue todo el mundo... Sólo tú, en concreto (Si alguien quiere cansar a un cachorro, contacten con: tutora legal de Umpa Lumpa, os lo presto gratis... )


Que sí, que se lo pasó enormemente bien, la chiquilla (y tú mejor). Que los escándalos que montábais despertando a todos los habitantes de la casita de la sierra (incluyendo a la inocente Malaúva... ) fueron de aúpa. Que no sé quién tiraba a quién por las escaleras, pero que el concierto en re menor a 3 voces era digno de competir con las sinfonías de Beethoven, las fugas de Bach y las sonatas de Mozart.


Era algo así como:


Malaúva - voz de tenor y fondo de la obra - Con muuuucha mala uva - : ///MMMMMMMM grrrrrr FFFFFFFFFFFFFF FFFFFFFFF. MMMMMMMM grrrrrr FFFFFFFFFFFFF FFFFFFFFFFF ///


Umpa Lumpa - contralto -: ///MMMIIIRRRIIIIIIIIII, MMMMMAAARRRRUUUUUU - 4 compases de silencio que corresponden con los momentos de moder a Galia con todas tus ganas - MMMIIIIIRRRRIIIIIII, MMMAAAARRRAUUUUU///


Galia - soprano - (de forma constante, chillona y antes de que tú la mordieses) ///- MIRIRI MIRIRIRIRIRIR MIRIRIRIRRI MIRIRIRIRIR MIRIRIRIRIRI IFGHEWIYGFRYIF RFJIFRFONI MIRIRIR IWUFHIERFUGHR MIRIRIRM MAMAMRARARA OUHJROIUFVHR GOIFHRGFURG ///

Dirigiendo el coro del concierto en re menor
Irene - directora del coro - Batuta en mano tratando de cuadrar el ritmo desordenado de cada uno con golosinas en la mano...
 (imagen de la derecha)



En resumen... la próxima vuelta a la casita de la sierra no toca hasta entrado bien el verano... Pero si todo esto sucedió en una semana, no quiero yo anticiparme a todos los horrores que esperan en verano... (Y más desde que Galia te copió en todas las cosas malas malísimas que le enseñaste...)



Dulces caricias, Umpitas...

PD: En la fábrica de hipocondríacos nos espera una buena ahora... Así que intenta portarte bien... que no sé ya ni para qué te lo digo...




 
 

miércoles, 12 de octubre de 2011

Kira

Querido Umpa Lumpa,


Sigo debiéndote las fotos... De verdad que de la próxima carta no pasa. 
Pero hoy tenía que comentarte una cosilla, antes de que se pase el tiempo. En algún momento la he nombrado, pero tampoco era necesario, porque tú la has conocido.


Kira con la Malaúva
Su nombre es Kira, es la cánida de la casita de la sierra y salís en una foto que publiqué en esta carta. Si no te he hablado antes de ella, es porque os pusisteis de acuerdo para ignoraros y cruzar las menos miradas posibles. El último mes que pasamos por ahí, te acercabas a ella con más curiosidad y menos miedo.


La Navidad es una buena época para volver a la casita de la sierra, pero en esta ocasión, la cánida Kira ya no estará. Se ha ido ya para siempre Umpitas. Y es que los años le pasan factura a todo el mundo. Como no te ha dado mucho tiempo a conocerla, te daré un montón de ideas para que veas que no era un ser tan temible como tú pensabas:


-Nosotros no la escogimos. Llegó a casa sin querer. Abandonada seguramente por algún cazador. Decidió quedarse con nosotros.
-Hicimos una lista enorme con combinaciones de sílabas para ponerle nombre. Nunca hemos hecho eso con el resto de bichos que han pasado por la casa: Siba, Perla, Guardiola, Luca, Gréis (alias: la Malaúva), ... que parecían que traían el nombre puesto en la cara.
-Tenía miedo de los viejos con bastón (¿y quién no?)
- Jugó muchísimo con Luca y fue buena amiga de la Malaúva (que le chupaba sin cesar los ojos)
- Tenía miedo de todo: de las tormentas, de los fuegos artificiales, de cualquier ruido no identificado, de ti...
- Mi progenitor siempre presumía de lo poco que le gustaba Kira (no le van los cánidos). Pero siempre era el primero en enseñarle a todo el mundo los trucos que le había enseñado a hacer con las galletas.
- Hermano M. y yo jugábamos a decirle: ¡¡Mira, Rira, Pira, Sakira, etc etc!! para ver si atendía a algo que no era su nombre... Y no le debía de gustar mucho Kira, porque sí que atendía. Después de años haciendo eso, nos seguíamos riendo.
- Hermano D. siempre dijo que Kira parecía tonta, pero que en realidad era la más lista de la casa.
- Mi progenitora le echaba un chorrito de leche todas las mañanas y se tiraba una hora recopilando trocitos de pollo los sábados para dárselo de premio.
- Siempre tenía cara de pena
- Siempre conseguía el mejor sitio en el sofá
- Siempre se hacía la sorda cuando le decíamos que se bajase porque no cabíamos ( y no era sorda, Umpitas... porque mi progenitor no tenía que decir ni una sola palabra para que se bajase)
- Siempre atendía a las llamadas si estas eran desde la cocina.
- Nunca supimos cuántos años tenía, pero ha estado con nosotros más de 10 años y llegó siendo mayorceta.
- Cuando venía gente a casa (vale, esto es algo que ocurre así como 5 o 6 veces al día en la casita de la sierra), siempre preguntaban cosas como: "¡¡Uy!! ¿Pero esa perra todavía está viva?"
- Hace como dos años le diagnosticaron un hemangiosarcoma. Le dieron un año de vida y dijeron que probablemente se muriera antes de otra cosa.
- Hermano D. decía que de mayor quería ser como Kira: de la cama al sofá y del sofá a la cama. No eran cosas de la vejez, Umpitas, Kira siempre ha llevado esa vida... ¿de perros?
Y por otra parte, hermano D. no tiene nada que envidiarle a Kirita.
- Kira nunca chupaba (de las pocas cánidas que no lo hacían)
- Kira corría muy muy rápido. Antes siempre me ganaba (y por mucho). La última vez que le eché una carrera (hace poco más de dos semanas) sólo consiguió empatar.
- Mi progenitor me enseñó este verano a distinguir los distintos gestos que la perra hacía según la atención que desease: saltar, moverse, ladrar...
- Kira comía a las 22:00
- Kira siempre ha sido igual. Nunca ha jugado mucho. Siempre ha dormido mucho.
- A Kira no se le notaban las canas. Pasó de ser una perra blanca con manchas marrones a ser una perra blanca.
- Kira parecía una perra muy muy tonta.
- Kira sólo cambió un poquito el día en que decidimos que después de una vida de placeres, era mejor que no cambiase y que se fuese sin sufrir ni un poquito.
- Kira no quiso irse sin antes poder despedirse de Hermano D., que lleva años haciendo rutas por el mundo. Y lo consiguió.
- La Malaúva va a echar de menos a su compañera de sofá. Ahora se queda solita en la casita de la sierra.


En definitiva, Umpitas, Kira se fue igual que llegó:


Sin que nadie se lo pidiese y con carita de pena... Pero en el fondo, sabiéndose la más lista de toda la casa...


Si hubieras querido tener más roce con ella, te habría caído bien. Era la atípica cánida que no le puede caer mal a nadie.
Última foto de Kira: agosto 2011


¡Chau Kirita! Se te echará de menos...


Hasta la próxima Umpitas



Dulces caricias







viernes, 23 de septiembre de 2011

Bye, Bye casita de la sierra

Querido Umpa Lumpa,


Se acabó el verano. Se acabaron las vacaciones.


El lunes vuelvo a trabajar en la fábrica de hipocondríacos ( y no me apetece nada, nada, nada... pese al ascenso) y te tocará pasar muuuchas mañanas solo en la infravivienda. Los primeros días lo más seguro es que no pueda escribirte ninguna carta de consuelo ni nada por el estilo - sé que te haría falta- porque seguramente no haya internet disponible.


Así que pórtate bien y verás el regalillo que te he comprado ¡¡¡gracias a múltiples colaboradores!!!


Te toca un viajecito largo, pero tú eso lo tienes ya asumidísimo.


Me da un montón de penilla porque creo que al final te lo has pasado tan tan bien en la casita de la sierra... y todo pese a que la Malaúva no ha dado su brazo a torcer, y lejos de adaptarse a ti, se ha vuelto cada vez más impertinente. Creo que es la única que se alegra de que por fin nos vayamos (aunque no te creas que mis progenitores no están deseando en el fondo deshacerse un poco de nosotros...)


Ea... búscate
Te dejo un par de fotos del verano. La primera normalilla... la segunda reflejo de cómo empezó el verano: tú sin salir de debajo de la colcha y la Malaúva que se cree que si no te ve es que no existes.
(Por cierto, la Malaúva, además de a dieta está con ejercicio terapéutico programado. Igual la próxima vez que la veas ni la reconoces de lo finolis que se puede llegar a poner)


Sin más, me despido  con esta breve misiva. Hasta más ver.



Dulces caricias



miércoles, 3 de agosto de 2011

Parte de lesiones + colecho umpalumpístico

Querido Umpa Lumpa,


Los días en la casita de la sierra pasan y pasan... y tú, lejos de adaptarte, cada día pareces más niñatillo miedica. Eres la vergüenza de la familia, hijo mío. Tu conducta, además, es un tanto extraña. No sé si hay alguna enfermerdad psiquiátrica de esas de la DSM-IV que concuerde con la clínica, pero tampoco me extrañaría que le dieran tu nombre a una nueva patología.
Procedo a describirla:


1-Pánico absoluto a cualquier espécimen humano que no sea tu queridísima tutora legal (la menda lerenda) acompañado de pseudo-bufidos felinos ante cualquier encontronazo inesperado con alguien de esa especie y conducta completamente huidiza pese a la persistentes muestras de cariño.


2-Interés absurdo y masoquista por la Malaúva. Te aproximas a ella insistentemente aprovechando cualquier circunstancia para abalanzarte sobre su rabo. Y cualquiera que oyera lo que viene después llamaría a la policía por sospechas de violencia doméstica:
  *Malaúva: Bfffffffffffff MMMMARRAUUUUUUUUU MMMMMMMMMMMMMM GRRRRRRRRRRRR (multiplicado por 50, zarpazos, cara de muuuuucha mala uva...)
  * Yo: ¡¡¡¡¡Paraaaaaaaaaaa, Umpaaaaa, déjala en pazzzz... nooooo, Malaúvaaaaaa, no le peeeeeeeeeguessssss nooooooooooooo!!!!


Parte de lesiones... tú lo sabes bien: herida interesante a nivel cervical y un buen mechón de pelo de tu disfraz adornando el suelo. A ver ahora dónde encuentro yo un disfraz parecido para hacerte un buen remiendo. (pondré fotos para que te lo veas...)


Umpa Lumpa apoderándose de la cama
Y es que Umpitas, eres más bien tontito, cariño... Primero que siempre te la estás jugando y segundo... HUYEEEE, que pareces memo... que la Malaúva pesa 7 kilazos y tú pesas poco más de la mitad... En fin, me estás decepcionando un poco, qué quieres que te diga.




3- Exacerbación de tu ñoñismo hacia mí. Este es el momento de hablarte del colecho   (expresión de tu ñoñismo nocturno)


El colecho es una práctica que se ha puesto muy de moda en la actualidad en algunos grupos de madres de especímenes humanos, que consiste en que los nenes duermen con los padres. Bueno Umpitas, pues yo llevo colechando contigo desde que te cacé y lo cierto es que debido a tus fases depresivas nunca lo has puesto demasiado fácil:
-La primera noche lo bordaste... te pusiste encima de mi cuello y tan pancho. Pasé el día angustiada pensando en qué sería de mí cuando en vez de pesar 500 gramos, pesases 2 kilazos.
-Posteriormente desplazaste tus carnes a un sitio que me pareció ligeramente mejor: encima de mi cabeza. Dormir con la ametralladora congénita taladrándome el cráneo, no era el sueño de mi vida... pero al menos no temía morir ahogada.
-En la actualidad, y debido al considerable aumento de tu cuerpecillo de Umpa... te posicionas detrás de la cabeza, disparando sin cesar la ametralladora congénita y amasándome el cabello para que conserve su forma durante toda la noche. 
Esto implica que vas clavándome ligerísimamente tus uñitas en mi cuero cabelludo en una frecuencia de una vez por segundo lo que hace absolutamente imposible conciliar el sueño. 


Créeme, Umpitas: yo soy capaz de dormirme en apoyo monopodal, con la luz encendida y con unos truenos tremendos de fondo... pero con tus uñitas intermitentes NO...  con eso sí que no puedo, señorito. Así que me voy a apartando y apartando y apartando (hasta que me como la cal de la pared...) y tú te vas acercando y acercando y acercando... lo que provoca un retraso de más de media hora en la conciliación del sueño. Pero a ti poco te importa eso, por lo visto... Lo solucionas con pegarme un bocao de los tuyos a las 7 de la mañana en la cabeza porque te entra el hambre y listo.


Y yo me pregunto que cuáles son exactamente los supuestos beneficios del colecho... supongo que tú duermes genial de la muerte... pero Umpitas... yo ni en 10 meses de colecho le encuentro la parte buena al asunto.


En fin, Umpa Lumpa, por hoy te dejo... Vale, la foto no es de las nuevas novísimas, pero como siempre, estoy desde otro ordenador, así que es lo que hay.


Dulces caricias





jueves, 14 de julio de 2011

Vacaciones en la casita de la sierra y el resurgir del 4ºA

Querido Umpa Lumpa, 


Por fin llegaron nuestras ansiadas vacaciones. En realidad podríamos decir que tú vives en unas vacaciones permanentes, pero nunca viene mal cambiar de aires. Lo que no sé es si a ti te ha hecho especial ilusión el cambio. Y es que sí, Umpitas, reconozco que el precio que tienes que pagar es alto y el cambio, lejos de ser paulatino y te lo hemos colado con calzador. Los cambios que han trastornado tu vida y por tanto la mía (tu abrumada tutora legal) se resumen fácilmente en 3 puntos:


1- Viajecito en coche de 8 horas (con parada turística y atasco incluidos en el precio. Un chollo, vamos)
Conclusión: desorientación témporo-espacial, claustrofobia y autofobia (que comparto contigo)


Aburrimiento tras leer una de tus cartas...
2- Cambio ligero de temperatura ( de 40ºC a 12ºC, grado arriba, grado abajo, casi nada Umpitas. Mi hipotálamo entró en shock y posteriormente se puso en huelga de regulación de temperatura. Y creo que al tuyo le pasó algo parecido)
Conclusiones: abandono definitivo de nuestro microclima, incluyendo la selva amazónica que habías montado. Aburrimiento. Ventanas cerradas. Dormir arropados. 


3- De vivir en la especie de tranquilidad del exilio o del 4ºA donde todo eran amores y caratoñas hacia ti, oh mimado Umpa; al pasotismo de la casita de la sierra, donde la única que te hace caso es la Malaúva y es sólo para intimidarte, algo que a ti, por otra parte, te resbala.
Para colmo, esto más que un hogar dulce hogar siempre ha parecido el destino turístico de todo el vecindario y de parte del resto de habitantes de esta ciudad serrana:  Suena el timbre, gente, más gente, ruidos, suena un teléfono, Colombo a todo volumen, suena la otra línea de teléfono, timbre (el otro vecino), más gente, se marchan los primeros, suena un móvil, ladra la perra, bufa la Malaúva, suena de nuevo el timbre y el primer teléfono al mismo tiempo...
Conclusiones: te has abonado a vivir en el ático. Al menor ruido te metes en tu escondite, que te sirve también para ayudar a tu trastornado hipotálamo: debajo de la colcha de un sofá abandonado.
 Hasta que se pasa el jaleíto, que viene a ser entorno a las 23:30.


Un horror, Umpitas, yo te entiendo. 


Ays, Umpa Lumpa... pero todo tiene su lado bueno. Y es que, por increíble que parezca: NO LA HAS ARMADO. No, Umpitas, el miedo que te invade por dentro ha hecho posible que lleves ¡¡¡¡4días!!!! sin nada digno de mención negativa. Creo que es tu récord, Umpitas...  superando al de aquella vez que estabasbajo los efectos de la anestesia.
No estoy segura de si también ha inflúido lo de las fuerzas que le tenías que mandar a Mónika, espero que sí.


La cuestión es que no quepo en mí de la emoción, créeme.


Y es que, Umpa Lumpitas, antes de venir a la casita de la sierra tocó adecentar el 4ºA para que pareciese que por ahí sólo habían pasado 4 especímenes humanas con leves alteraciones psiquiátricas, no fue tarea fácil:


-Reparación de cortinas: la humilde progenitora del enanito de dos metros se tiró 4 días por cortina para hacer que los destrozos sólo pareciesen inocentes enganches.


-Pelos: con eso de que vas renovando el disfraz cuando te place, vas dejando recuerdos tuyos por todas partes. Temo que no fueron exterminados en su totalidad. Aparecieron pelos pegados hasta en los cristales y debajo de las fundas del colchón (prefiero que no intentes explicarme qué pintaban ahí, en serio... en la ignorancia está la felicidad...)


-Sillones:
*el de cuero: sin solución encontrada: colcha de oferta del carrefour bien colocada para disimular
Umpa Lumpa el día que quiso ser "El Zorro"
*el de la Z: la progenitora de espécimen R. le hizo un remiendo espectacular. Junto con una telilla (que intenté adecentar con escaso éxito debido a mi incapacidad para enhebrar una aguja) por encima... perfecto.
(imagen de la derecha... sí si quieres puedes pulsar y ver en grande el destrocito...)


No sé, Umpitas, yo creo que dio el pego ante el súper-casero. Nos despedimos de él para siempre con pena y tristeza. A partir de ahora tocará un casero (que no sabemos si es tan súper) pero al que le hemos comunicado la existencia de un gato. Vale, no le he dicho que eras un Umpa Lumpa, pero créeme, mejor que no lo sepa.



Dulces caricias

sábado, 21 de mayo de 2011

Desde la distancia

Querido Umpa Lumpa,

Estamos separados por más de 500 km e imagino que lo estarás pasado fatal sin mí (o eso espero, ya que todas las tutoras legales de especímenes humanos y Umpa Lumpas del mundo desean que a sus retoños les vaya fatal mientras están separados, y yo no voy a ser menos)

Las noticias de parte del enanito de dos metros llegan con cuentagotas, y no son muy... alentadoras. Vamos, que estás programado en modo Umpa Lumpa:

-Vaya nochecita que ha dado... (luego hay quien cree que soy yo la que se queja de vicio)
-¡Qué tío más mierda! (sí... siempre te ha llamado tiomierda)
-No ha parado de maullar (yo diría aullar, porque cuando te pones en ese plan temo seriamente que algún vecino llame a los del Seprona porque ha oído lobos...)
-Bueno me voy a dormir, porque alguien no me ha dejado descansar esta noche... (así como quien no quiere la cosa)

En fin, yo ya no sé para qué digo nada... Vale, que sí, que la casa de los progenitores del enanito de dos metros no se puede decir que sea puro orden y exquisita limpieza. Pero tampoco es necesario que si estás de invitado te pongas a decorar  el estor y las mosquiteras (vamos, el tipo de decoración que te gusta: venga a trepar y trepar... y a ver quién es el listo que te baja, ¡JA!)

Y es que, Umpitas, aunque nadie me crea, me das cada disgusto, que ni dos crías de espécimen humano juntas.

En cualquier caso, hoy trataré de ser breve. La reprimenda ya te la echaré cuando vuelva. Aunque ya no sé para qué. Qué desesperadita me dejas, cariño...

Pues eso, que vine antes de ayer y me voy mañana, así que ya no queda nada.
Si te da por preguntar que cómo ha ido el viaje, te diré que mal. Mira que yo no soy pijilla ni nada por el estilo, pero desde que te tengo a mi cargo, los viajes habían sido a costa de nuestro amigo Renfe. Porque alguien de tu calaña, cómo va a ir en autobús... estaría bueno que un Umpa Lumpa de origen noble tuviera que rebajarse a esas situaciones... ¡¡Ni hablar!!
Y claro, volver a las andadas del bus y encima de noche... muy bien no podía salir.

Resulta que al lado me tocó una muchacha con el pelo teñido en un rojo que brillaba en la oscuridad y sujeto con una pinza de las de peluquería. Puedes imaginarte. El reflejo radiactivo de su cabellera no era de lo mejorcito para conciliar el sueño. Como tampoco lo era que se llevase medio viaje limándose las uñas. Yo temí seriamente por su vida, Umpitas... imaginaba la lima penetrando con insistencia en su lecho ungueal y provocándole una infección que pa qué te voy a contar. De ahí a una sepsis, no hay nada.

Claro, que la muchacha del pelo rojo no fue lo peor... no señorito. Aunque confirma mi teoría de que a mi lado nunca se pone nadie medianamente normal.
Resulta que detrás iba un hombre que decidió ponerle música al viaje en forma de tosidos arrítmicos. Que yo te digo una cosa, por mí podía haber estado tosiendo todo el viaje, porque era escrupulosamente puntual. Justo cuando me asomaba al sueño no REM, venga a toser... Y se callaba durante media hora. Lo cual levantaba en mí las falsas esperanzas de poder volver a entrar en trance. Pero no, imposible. 
Yo ya me imaginaba miles de millones de viriones (o en el peor de los casos mycobacterium tuberculosis) viajando hasta estamparse en mi nuca, para llevarlos de adorno por todo el país. Lo que me faltaba ya...

Eso sí, todo hay que decirlo. La gente que viaja en bus, es mucho más simpática que los pija-trenes. La humildad, Umpa, que hace milagros.

Afortunadamente, llegué viva a mi destino y de momento asintomática. Y con cara de haber pasado una noche estupenda me presenté en frente del tipo que lleva años con el título de hipocondríaco. Que nada, que bien, que vuelva en tres meses y con cara de menos sueño, que si no el Book va a salir de pena...

Pues eso es todo...

La Malaúva muy bien. Sin tu presencia parece menos Malaúva.

Aysss Umpitas... aunque unas minivacaciones sin ti no le vienen mal a nadie, se podría decir que te echo de menos y todo.

Dulces caricias

PD: Ayer, ricitos de bronce fue la primera en darme una noticia que puede cambiar el rumbo de nuestras vidas... sí Umpitas. Quedarán para siempre grabadas en mi retina sus palabras:
Pastora (cosas suyas) 65 peticiones. Entramos. Tiempo al tiempo, Umpa. Te informaré cuando sea oficial. Pero hemos de agradecer la presencia gratuita de nuestras corresponsales, ahí donde se cuecen las noticias...


viernes, 6 de mayo de 2011

Conviviendo con la Malaúva

 Querido Umpa Lumpa,

Se nos están terminando las vacaciones en la casita de la sierra. Sí sí, así como quien no quiere la cosa. Yo todavía no he terminado de deshacer la maleta y resulta que en nada volvemos a estar en compañía de nuestro gran amigo Renfe. En la fábrica de hipocondríacos han dicho que se acabó el cachondeíto y que hay que ponerse a trabajar que ya mismito entramos en temporada alta y toca leer  documentos y documentos para de mayores ser unos hipocondríacos como está mandado.



Intento de amistad con la Malaúva en Navidad
Lo cierto, Umpitas, es que te has mostrado tan esquivo y con tantos aires de nostalgia por haberte perdido la feria que no puedo decir mucho de ti. Tan solo que eres un individuo de costumbres fijas, así que si tienes que tumbarte en lavabo ajeno, pues por qué no, oye. Si tienes que quitar las chinchetas del corcho, pues qué más dará. Si tienes que comerte la comida de la Malaúva y beber del agua de la pobre cánida, pues mira, qué le vamos a hacer.

Bueno, lo de qué le vamos a hacer lo piensas tú, porque a la Malaúva digamos que no le hace ni pizca de gracia tu presencia. Y es que, Umpa Lumpa, de ella tenía yo que hablarte.

Aunque después de todas estas cartas te cueste creerlo, resulta que siempre he sido un poco fanática de los estúpidos felinos. Lo sabe todo el mundo, lo he ido demostrando desde mi más tierna e inocente infancia. Me avergüenzo de mis recuerdos ancestrales, de cómo cuando se nos preguntó en primaria cómo nos gustaría vivir en el futuro yo respondí que en una casa grande con al menos 100 felinos simplones. Me humillo a mí misma cada vez que me pongo a ver mis cuadernos. Todos los cuentos iban de gatos, en todos los dibujos salía un gato. Esto ha traído importantes consecuencias en mi desarrollo artístico... ponme a mí a dibujar un cánido, que voy lista...


La cuestión es que hará unos cuatro años que adquirimos a la Malaúva por el módico precio de robársela al vecino. Ya sabes Umpitas, estos gatos son unos auténticos interesados. Si en un sitio además de comida les dan calefacción pues no tienen reparos en ser unos infieles de libro. Y así fue como la Malaúva nos escogió a nosotros. Entonces hicimos que desovara y además vomitó 3 helmintos que la parasitaban y se transformó en una bola con patas, que es lo que actualmente ves tú.
La Malaúva con cara de mala uva
Si te lo preguntas, sí... siempre ha sido un poco Malaúva, aunque antes de que tú llegases era conocida como Gréis. Y es que, Umpa Lumpa, es cierto que eres más bien tirando a pesadito, pero la Malaúva no mira con buenos ojos ninguna de las carantoñas que le dedicas. Intentas ser amable con ella y respetar cariñosamente su territorio, pero ella no da su barriga a torcer. Te dedica la peor mirada que le sale, emite un gruñido feroz, y un Ffffff. Pero como tú eres un Umpa Lumpa andaluz, no entiendes lo que te dice, así que te lo tomas como si fueran enormes elogios y persistes en busca de una amistad que tardará en llegar... o nunca existirá.


Te guste o no, la Malaúva es mi primogénita y tengo que hacerle un poco de caso con el ataque de celos que le ha entrado... Pasa que desde que estás aquí a mí tampoco quiere verme ni en pintura.


Ni que decir tiene que a veces me das hasta penilla... Después de tantos kilómetros tener este tipo de recibimientos, no mola. Claro que en cuanto me acuerdo de las cortinas del 4ºA, créeme que lejos de darme lástima, la que empieza a mirarte con malos ojos soy yo.


Intentaré grabar en vídeo vuestra peculiar relación, pero no te prometo nada.


Dulces caricias


PD: Cuando lleguemos a casa tenemos que ser sumamente amables con Enriquita y ricitos de oro, que no atraviesan sus mejores momentos en esta nuestra tierra.

lunes, 2 de mayo de 2011

Crónica de un viaje anunciado


Querido Umpa Lumpa,

La verdad es que cada vez que escribo una de estas cartas te tienen que pitar los oídos pero bien. Sin embargo de poco me puedo quejar ahora mismo. Y es que Umpitas, otra cosa no, pero en los viajes te portas tan tan bien que me entran ganas de comer Umpa Lumpa a besos.

Viajar contigo es toda una experiencia. Todo comienza con la cordial amistad con nuestro querido amigo Renfe y sus enormes facilidades para poder viajar con un Umpa Lumpa a cuestas y se desarrolla de la siguiente manera:

Umpa Lumpa en posición de pacificador
Equipaje: 
-Una maleta no muy llena (raro, raro, raro)
-Una mochila con ordenador de a bordo, libros, y poquita cosa más
-Un Umpa Lumpa enjaulado

Viaje propiamente dicho:
La gente nos mira. ¿Llevaré la ropa sucia? ¿Se me habrá desabrochado el pantalón? Ah no... tú siempre eres el protagonista en estas historias. Miran tu jaula. Comienzo a temblar. ¿Se darán cuenta de que no eres un gato? ¿Me echarán del tren por ese motivo? Miro para otro lado esquivando las miradas que suplican que muestre a mi Umpa Lumpa al público. ¡JA! Lo llevan clarito. Eres menor de edad y mientras que estés bajo mi custodia no quiero público a tu alrededor.

Llegamos al andén. Subo la maleta. Subo la mochila, Te subo. Todo bajo la atenta mirada de una empleada de Renfe a la puerta del vagón que ni nos saluda ni mucho menos se ofrece a ayudarnos un pelín (claro, 180 euros no es suficiente para ese tipo de servicios) Vamos, Umpitas, que tú lo viste igual de bien que yo...


Busco el asiento. Mierda, compartido. Hago levantarse al hombre (que tampoco nos saluda), te coloco en el suelo. Me coloco en mi grotesca postura made in Renfe. Antes de que empiece a andar el tren el hombre se va de nuestro lado (sin decir nada, pero con cara de gárgola en un día de lluvia). Olfateo mi sobaquera en busca de posibles motivos (olor a desodorante de mercadona..., estaba recién duchadita) y tú siempre vas mucho más aseado que yo.
Billete de Umpa Lumpa
Lo siento Umpitas, pero yo ahí no tengo por qué pedir disculpas a nadie. Creo que los más de 40 euros que cuesta tu billete merecen que puedas disfrutar por lo menos de medio metro cuadrado de AVE. (Detalle de tu billete a la derecha. Pulsa para verlo más grande, que sé que no vas muy bien de vista)
Entre unas cosas y otras estuviste 6 horas metidito en la terrible jaula con la única compañía de tu Papá Noel sin ojos y la bufandita apolillada por tus fauces de tigre de Bengala.

Llegada a casa:
Somos recibidos por la Malaúva (Bufidos, gruñidos y malos modos, como corresponde a una simple felina ante la visita de un señorón y pacífico Umpa Lumpa- porque a todo esto no dijiste ni MRRRRIIII, ni MMRRUUU ni Miau, ni Ffff en todo el viaje-) Ya te comentaré en otra carta acerca de la Malaúva...

Conclusiones:
-Viajar contigo es una delicia (salvo porque eres mi ruina)
-Estamos en la casita de la sierra hasta el domingo. Pasando la feria de abril en mayo y lejos del arrikitaun, el rebujito y los trajes de flamenca. Supongo que esto explica el carácter huidizo y tristón que llevas sobre tu disfraz los últimos días. Y es que... se te saca de tu tierra y no eres nadie, querido Umpa Lumpitas.

Dulces caricias