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viernes, 24 de junio de 2022

Hola de nuevo

 Querido Umpa Lumpa:

Hace varios años desde la última vez que te escribí por aquí. Tú, con todo lo milenial que has sido, pasas ya de los blogs, pero tampoco te adaptas a instagram, así que estás en terreno de nadie.

La verdad, Umpitas, que los años no pasan en balde para nadie. Y sí, que yo me echaré henna para cubrir las canas, pues ok. Pero tú tampoco es que estés para grandes fiestas... 

Como recordarás, en octubre nos dio por bajar la edad media de los mamíferos de la casa. Y se nos fue de las manos... se nos fue de las manos hace dos gatos, en concreto. Ahora estás tú, con tu disfraz de felino simplón, Charlie, que cada día hace "reset" y tiene que situarse de nuevo en este mundo y el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Umpitas... a veces me flipa que te quedes alucinando cuando estos dos la lían. Si hubiera que traducir tu gesto claramente dirías: "por favor, que alguien se lleve a estos monstruos ya". ¡¡Pero si no te llegan ni a las puntas de las uñas!! Con lo que tú has sido y con lo que las has liado, no creo que tengas derecho a alguno a juzgarles.

El Dr. Jekyll me recuerda un montón a tu disfraz de cuando eras pequeño... tiene una cara de liarla en cualquier momento... Y Mr. Hyde es un hipotónico de la vida. Es grande, suave y blando. Y extremadamente torpe... Creemos que es un perro disfrazado de felino simplón (le hemos pillado ya demasiadas veces haciendo cosas típicas de canes...). Solamente queremos que confiese. 

Como estoy sin móvil, no puedo ponerte una foto actual. Solo quería decirte recordarte que una vez me prometiste que nunca te ibas a morir... Así que, más te vale cumplir la promesa, porque a veces parece que juegas a obstruírme las coronarias... Como hace 3 semanas cuando me puse una alarma cada hora para comprobar si seguías respirando y ahora estás como si nada... Pues eso. No juegues con mi salud que yo también me hago mayor.


Igual no era mala idea que se me estropease el móvil si eso significaba poder escribirte...


Dulces caricias

miércoles, 30 de noviembre de 2016

La llegada del redentor...

Querido Umpa Lumpa:

Vivir en la abundancia no me otorga del tiempo libre que me gustaría tener para poder escribirte cartas con más frecuencia... Todo lo contrario. Esa abundancia responde únicamente a los cientos de miles de horas que dedico a mi vida como hipocondíaca.

Pero no vamos a hacer más drama del que ya tenemos:


  1.  Una lavadora que desagua por completo en la cocina y hace saltar los plomos... ( y yo, con miedo de avisar a una casera que desconoce vuestra existencia)
  2.  Destrozos múltiples (que a su vez me dan  menos ganas de avisar a la casera)
  3.  Mil trabajos por hacer. Mil sesiones por presentar. Mil guardias por delante


Eso sí... quando arrivo a casa... siempre estás tú, Umpitas, para recibirme con tu fantástica Ópera en re bemol menor y conseguir que termine de estallarme la cabeza...

Hasta que se nos apareció el redentor... 

Y es que Umpitas, en un día en los que te dio por entonar la Ópera al completo, en el que Charlie se arrancó a hacer los coros con voz de eunuco... encendí la tele... y milagrosamente, se hizo el silencio.
Tardé unos minutos en percatarme del milagro. Bizcochito (Charlie) entró en su modo "off" y dormía  babeando a mi lado... 
Y tú... Umpitas, tú... mirabas hipnotizado y sin parpadear hacia la luz. 
La luz de la tele... ¿Qué te interesaba tanto? ¿Qué te hacía abandonar la Ópera en plena obertura? 

¿Pero quién era el rendentor? Nada menos que...



                                               ... el rey león ( y todo su harén y familia política incluida)

50 minutos sin despegar la vista del documental de  leones dando vueltas en torno a cebras, machos nómadas, cachorros sufrientes.... Un mundo por descubrir. 

Visto tu interés en la materia, probé por si era casualidad al día siguiente (ooooootro documental de leones... la 2 desde luego... esta semana no se está comiendo mucho la cabeza...)  y ZAS... otra vez entraste en trance con el primer rugido y la primera melena al viento.  Que oye... ya demasiado casualidad.

Apuradísima que iba yo en la noche de ayer intentando sacar adelante una sesión cuando retomaste la Ópera en el mismo punto donde la habías dejado.
 Activo el protocolo habitual: "comida" -> no respondes a comida -> pelotita -> continúas con la Ópera... no hay respuesta -> gritos desesperado por mi parte -> nothing...

Y pienso yo... ¿y si...?... ¿y si...?... ¿Y si pongo un documental de youtube de leones en la tele?

Maaaaaaaanso cual corderillo te tumbaste en el sofá, apagaste la Ópera y volviste a entrar en trance... ¡¡¡2 horas de documentales de youtube te tragaste!!! Sí  señoooor!! Al tercer documental, caíste rendido. 

¿Casualidad o serendipia? 

Llámalo como quieras. Pero los documentales de leones han venido para quedarse. 

Lástima que no haya demasiados testimonios gráficos.


Y Charlie ¿qué?


Charlie, cuando era un niño de teta, se vio la peli de "Náufrago" enterita... Después de aquello... nunca más volvió a mostrar interés por la tele... (Imágenes tomadas con móvil antiguo en el iglú)  



Dulces caricias 

miércoles, 20 de julio de 2016

El fantasma de debajo del sofá

Querido Umpa Lumpa:

La vida es dura en el Ritz... o más bien, es dura en el centro de hipocondríacos en el que estoy destinada. Mientras yo estoy fuera... el Ritz permanece tranquilo, con sus tres habitantes perpetuos: (Umpa Lumpa); Charlie y Amparo.

Mundo de paz y armonía en el que creía vivir
            ¿Tres? ¿O son cuatro?

Querido Umpa Lumpa, desde hace tres o cuatro meses vives obsesionado con un ser que habita en absoluto silencio en el Ritz.
Te asomas debajo del sofá... y de pronto lanzas un bufido y un ataque como aquellos de ataño
Bien... una que es tu tutora legal y conoce tus temores a estupideces (llámense pepinos  o cualquier otro elemento forme que se le parezca) ha retirado el sofá en varias ocasiones...: ¿será una pelusa lo que acongoja a mi Umpitas? ¿será un calcetín? ¿será un corcho? ¿será una goma del pelo?
Te aseguro que todas las veces he ido con la intención de asesinar a cualquier objeto capaz de provocarte esos ataques de ira y pavor simultáneos.
Pero no. Ni rastro. Nada de nada. 

Así que ya había decidido que en la casa había un fantasma y que vivía debajo del sofá y que solo lo veías tú. Punto. Muy listo no es que seas, y nunca te he considerado demasiado cuerdo, así que aceptamos "fantasma" como animal de compañía. 

  Y vivíamos todos felices en el Ritz con esos pensamientos místicos.

The End????

No... evidentemente la historia no podía terminar así. 
El tiempo pasaba y el fantasma seguía ahí. Estuve a punto de descargarme el "pokémon go" ese a ver si había un pikachu por ahí... pero no hizo falta.
Ojalá todos los fantasmas fueran pokémons...
 


                          
                               Aproximándote al fantasma...
Acechando al fantasma...
Ays Umpitas, querido... qué desgraciada soy. ¡¡¡Maldigo mi inocencia!!! En qué momento de la vida me convertí en un ser humano puro, capaz de ver en vuestros ojos la viva imagen de la inmaculada bondad. En qué momento ... En qué momento pensé que os tenía criados... 

BUFANDO AL FANTASMA....
Y sí, Umpitas... no hace ni una semana desde que pillé "in fraganti" al fantasma de debajo del sofá... 

Limpiando me hallaba... y ya me estaba extrañando a mí encontrar trocitos de tela negra por el suelo cada dos por tres... y trocitos de gomaespuma... Pero qué sé yo, Umpitas. Yo llego agotada del centro de cría de hipocondríacos... Solo faltaba que tuviera que ponerme a divagar sobre el sexo de los ángeles y el origen de la gomaespuma del salón.
Pero como digo... estaba yo limpiando ese día.
Y a los 5 minutos de tener todo perfecto... ZAS... otro trozo de tela que no se ha tragado Amparo...   ZAS... otro trozo de gomaespuma ahí en medio... 
Y tú... bufando al fantasma...  
Y el fantasma venga a vomitar tela y gomaespuma...

¡¡¡¡¡SE ACABÓ!!!!!!



Me arrodillé a ver qué leches pasaba...

La imagen fue esperpéntica...


La imagen de la desgracia.... ¿Quién se asoma?




¡¡¡¡Bizcochoooooo!!!!! También conocido como "termita"




Querido Umpa Lumpa... el fantasma no es Charlie... Bizcochito solo ha tenido la GENIALÍSIMA idea de comerse el sofá por dentro (siempre supe que no era un felino simplón... ¡¡¡maldita termita disfrazada de gato!!!) Ha creado un pasadizo, ha roto  TODA la tela del bajo del sofá y ahora se dedica a hacer un collage diario de telitas y espumitas por todo el salón. 
El fantasma no es otro que los colgajos de tela que aún no se ha comido (sí... quedaba mejor lo de pensar que era un ser espiritual que solo tú veías... ahora quedas aún más ridículo)

Y nada... la vida sigue igual en el Ritz. 
Tú sigues bufando "al fantasma", Charlie sigue en modo "termita"..., Amparo sigue aspirado los vómitos del fantasma de debajo del sofá... y yo.... yo temo sentarme un día en el sofá y que se hunda del todo...

... por no hablar de que doy por perdida la fianza del piso, obviamente. 

 Seguid así... en fin...

Dulces caricias      

PD: En una semana el Ritz volverá a su transformación en la casa Okupa.. portaos bien... haced el favor...