martes, 10 de octubre de 2017

Los nuevos burgueses del Ritz

Querido Umpa Lumpa:

Lo sé... este retraso en escribirte clama al cielo. Pero no creas que mi abandono es solo contigo. No te lo tomes como algo personal. Hoy mismo recibía un guasap de la señorita de la autoescuela diciéndome que "a ver si me animaba a ir".

¡¡A mi edad!! ¡¡Y a la tuya, Umpitas!! Sigo aquí... vestidita y sin carné. Y yo sigo proclamando con orgullo que ¡¡me he apuntado a la autoescuela!! (logro que me ha costado la friolera de 12 años conseguir). Y que en 5 meses que llevo apuntada... he ido a dos clases... Cruda realidad la vida esta de hipocondríaca en formación (también, tiene narices que la autoescuela cierre en verano... )

Pero he llegado al punto de saturación del "de hoy no pasa" . Siéntete orgulloso... a la de la autoescuela ya le he dicho que no me esperen hasta noviembre... y para entonces estoy segura de que seguirá la misma mujer sesentona y la misma chica-rubia-alta que no sabía lo que era un arcén.

Pero vamos a lo que toca.
Desde que vivo en un secuestro permanente en el Hospital CÍNICO, tiempo no tengo ni para gastar lo que gano. Y he pasado a ser de ese grupo de progenitores que como no tiene tiempo para sus retoños, se gasta la pasta en llevarlos a Disneyland, a clases de kárate en inglés y a merendar  al Bulli.

En el mundo gatuno se traduce en dos cosas: vuestra comida actual cuesta más que la mía... y tenéis un nuevo rascador apropiado para felinos aburguesados.

Rascador desperdicio.
Umpa Lumpa... se veía venir un establecimiento claro de clases sociales dentro del mundo felino y esto viene determinado fundamentalmente por el tamaño del rascador: pequeño - mediano - grande.

Atrás quedaron aquellos tiempos en los que impulsaron una campaña en facebook para ayudarme a  conseguir un rascador al más puro estilo de antena3. Por entonces, tú  y yo íbamos de clase obrera "privilegiada"... con apoyo familiar y tal (eso sí... la comida más barata del metadona... pero te has criado perfectamente).

Con la mundanza al Ritz y el asentamiento completo en la clase media, nos hicimos con un rascador idéntico al primero pero en beige (para que no se note que está TAN petado de pelos, básicamente...). Ha durado dos años y de verdad que no servía ni para regalar a los pobres de la clase obrera. (ver imagen...)

Repito... ¡¡vivimos en el Ritz!! y era el momento de tener un rascador de acuerdo al contexto político, social y económico. Y sobre todo, adeacuado para un Umpa Lumpa nacido en el mismísimo Parlamento andaluz.

Entro en "rascadores grandes" de una famosa página de pijadas para mascotas  (y todos me parecen baratos...  sudo billetes, Umpa Lumpa)  Doy con uno que parece más alto de lo que tenéis, con cositas que se pueden lavar... mono... Doble de caro... En fin. A por él.
Cuando me veo el paquete.... ¡¡50 kilos de rascador!! (y el portero preguntándome que qué era... ¡¡JA!!)

La hoja de instrucciones consistía en 3 sencillos pasos en los que ensamblabas unos cilindros enormes, pegabas al velcro  los cojines. Y ¡¡zas!! RASCADOR MONTADO.

Sudando la gota gorda, dándole vueltas  la madera... que si esto tiene que ir así... que si es imposible porque aquí no hay ningún agujero... que si esta madera pesa como un demonio. Con la rodilla izquierda sujeto la base, con la mano derecha cojo un cilindro con la izquierda pongo la arandela y el tornillo... y en un juego veloz en el que compito con la fuerza de la gravedad, consigo ensamblarlo sin  que nadie resulte herido. Genial... siguiente cilindro... Pero la cosa no cuadra. Y yo sigo sudando...

Entonces llaman a la puerta... ¡¡¡ES McGiver&company!!!

McGiver&company es otra de las afiliaciones que he hecho al club de los nuevos ricos. Es una empresa de limpiadores consistente en una pareja de ucranianos que cada uno pesa el doble del rascador y que contribuyen a la labor de Amparito limpiándonos la casa una vez a la semana.

Y desde ahora, son expertos también  en montaje de rascadores.
McGiver me quitó las piezas de las manos. En medio minuto se dio cuenta de que un agujero no era correcto (y ya ha prometido arreglarlo con un taladro) y en 15 minutos todo estaba montado.

Todo montado me percato... de que el Ritz será mucho Ritz... pero que tiene 55 metros cuadrados. Y el rascador ocupa como 25 él solito.

Ni que decir tiene... que el bicharraco es tan alto que os da vértigo y de momento solo usáis las partes inferiores. Un exitazo, señores.





Desde las alturas... nuestro apoyo a todos los felinos simplones que aún no tienen un rascador como la gente... iniciamos una nueva campaña que titularemos #DerechoAUnRascadorDigno 

Hasta más ver.

Dulces caricias